PROBAMOS EL AUDI RS 6 AVANT DE 600 CV
● 138.900 € ● 3.993 cc ● 600 CV ● 800 Nm ● 0-100 km/h: 3,6 seg. ● 250 km/h
El Audi A6 más potente incorpora un motor 4.0 biturbo de 600 CV y acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 seg.
EN AUDI TIENEN UNA AMPLÍSIMA GAMA DE DEPORTIVOS. SIN EMBARGO, UNO DE LOS MÁS IMPACTANTES ES EL QUE TIENE EL ASPECTO MÁS FAMILIAR: EL AUDI RS 6 AVANT. CON SUS 600 CV Y SU EXCELENTE CHASIS, ES TAN RÁPIDO COMO EFECTIVO.
Es curioso. Cada vez que una marca presenta un modelo familiar, en nuestro país hay mucha gente a la que el diseño nos les termina de convencer. Sin embargo, no conozco a nadie que haya visto una bestia como este Audi RS
6, que sólo se vende con la variante familiar Avant, y que haya dicho que no le gusta...
Y es que el RS 6 tiene un diseño espectacular. Mantiene la misma carrocería de
4,99 metros del A6 Avant, pero sus voluminosos pasos de rueda hacen que la anchura se vaya hasta los 1,95 m y eso, unido a una altura de 1,48 m y a unas espectaculares llantas de 21 pulgadas, le otorgan un aspecto musculoso, fiero y atractivo a partes iguales.
¡Menudo interior!
En el interior, las similitudes con el A6 Avant son mayores, si bien su equipamiento es superior. Por eso, los bonitos asientos deportivos son de serie, igual que el techo en negro, las inserciones en aluminio por el salpicadero, el volante de cuero perforado achatado por la parte inferior... Estos detalles se unen a las dos pantallas táctiles que presiden la consola central, la superior para el sistema de infoentretenimiento y la inferior para el de climatización, principalmente.
Esto, sumado a la instrumentación digital también configurable, crea un ambiente tan tecnológico y de calidad que hasta la deportividad queda en segundo plano. El tema de las pantallas sigue siendo discutible y criticable, pues por muy bien resueltas que estén, nunca serán tan buenas como los botones de toda la vida para manejarlas en marcha.
Donde no hay muchas pegas que poner es en lo referente a la postura de conducción, pues los ajustes del volante y del asiento son muy generosos y te encontrarás perfectamente sentado, sea cual sea tu estatura y complexión, en poco segundos.
Arranco el motor. Ahí delante, bajo el capó, hay un V8 biturbo de 4.0 litros,
600 CV y 800 Nm de par que declara
12,4 L/100 km de consumo medio. Como bien estás suponiendo, eso es lo que gasta rodando en la octava de sus marchas a
120 km/h por autopista y a velocidad sostenida, porque en cuanto te sales un poco de eso, bajar de 15 L/100 km es imposible. Y, si te pones a comprobar cuánto corre esta bestia parda, puedes multiplicar por dos y hasta por tres la cifra oficial casi sin darte cuenta.
Es lo normal en un coche así. No puedes esperar otra cosa ni de este RS 6 ni de otro modelo parecido. Pero lo que tampoco te puedes esperar es que ahí, en la esquina inferior derecha de la luna delantera, haya una etiqueta Eco de la DGT. Te sonará a broma, pero este RS 6 lleva un pequeño motor eléctrico de 16 CV y una red eléctrica de
48V que, si bien no es es capaz de desplazar a este Audi por sí solo, sí le ayuda al motor térmico. 16 CV en un coche de 600 CV es poco más de un 2,6% por lo que, en marcha, no notarás su empuje, y más aún si tenemos en cuenta que este RS 6 pesa 2.150 kilos...
Lógicamente, con esos 600 CV y una aceleración de 0 a 100 km/h homologada en 3,6 segundos, está claro
que un RS 6 puede ser de todo menos lento. Basta con salir a una carretera donde poder hundir el pie para, al momento, rebasar todos los límites legales y del sentido común. Decía que tarda 3,6 segundos en pasar de 0 a 100 km/h pero, si seguimos acelerando a fondo, no necesita ni 8 segundos para ponerse a 150 km/h, y en otros 4 segundos más (es decir, algo más de 12 segundos en total) ya va a 200 km/h...
Así, los adelantamientos son fulgurantes, y la aceleración es tan brutal que hay que estar preparado para agarrarse al volante cuando tu espalda se vea empotrada contra el respaldo tras acelerar a fondo. Un ejemplo: para pasar de 80 a 120 km/h en D, sólo necesita
2,2 segundos. Cuenta conmigo: uno, dos... ¡y ya has pasado de 80 a 120 km/h!
Por su parte, el cambio automático de ocho marchas tiene un funcionamiento muy bueno. Es de convertidor de par y, aunque cuando se acelera a fondo desde parado parece mostrar un instante de duda sobre si de verdad puede pasar semejante potencial a las transmisiones sin partirlas en mil pedazos, lo cierto es que después, una vez superados los primeros 20 km/h, su funcionamiento no admite tacha. En modo normal y en automático, puede ser suave y progresivo, tanto que no notaremos casi ni cuándo actúa. En el modo deportivo, en automático sabe qué marcha elegir en cada momento de la forma más adecuada, mientras que en modo manual se muestra obediente y rápida en los cambios.
¡Qué fácil de conducir!
Pero lo realmente impresionante del RS 6 no es lo que corre: es la facilidad con la que puedes llevar un ritmo endiablado y surrealista. Gran parte de la culpa la tiene el eficaz sistema de tracción total, pero también su suspensión adaptativa. Una vez que calibras tus sentidos para adaptarlos a las velocidades
que desarrolla este coche y los kilos que pesa para frenar cuando debes y trazar las curvas como debes, descubres que el RS 6 es un coche muy neutro, con un eje delantero preciso e incisivo que sigue cada orden que percibe desde el volante sin titubear. El eje trasero va casi siempre aferrado al asfalto, aunque en las zonas lentas el diferencial trasero deportivo le permite dibujar un leve deslizamiento que, lejos de exigir unas grandes dotes al volante para controlarlo, ayuda a que el coche se muestre más ágil en ese tipo de curvas. Este diferencial, que va unido a la dirección a las cuatro ruedas, se ofrece con el pack RS por 5.200 euros, y también en el pack RS Plus por 16.400 euros, incluyendo en este caso los frenos cerámicos.
¿Son necesarios estos frenos? La unidad que hemos probado los llevaban y, con ellos, la frenada es infatigable. Viendo lo que corre y lo que pesa este coche, a poco que vayas a circular medianamiente deprisa con él, sí lo son.
Eso nos lleva a la cuestión definitiva, y es la del precio. Este Audi RS 6 cuesta 138.900 euros, y es muy fácil engordar la factura en otros 20.000 euros a poco que pongamos unas pocas opciones además de los frenos cerámicos. ¿Costoso? Desde luego. ¿Caro? Pues viendo que un BMW M5 de 600 CV arranca en 138.550 euros, que un Mercedes-AMG E63 S Estate con 612 CV lo hace en 151.900 euros, y que en ambos te gastarás otro tanto en opciones, creemos que no.