Pensado para disfrutar al volante... sin prisas
● EL BMW 420i cuenta con un motor 2.0 turbo de cuatro cilindros y 184 CV. Tiene tracción trasera y un cambio automático de ocho relaciones de convertidor de par.
SUAVE Y PROGRESIVO
El motor destaca por ser muy agradable: suena muy poco, no se perciben vibraciones y su respuesta es tan progresiva y sedosa que no parece tener turbo. Con un peso de 1.600 kilos, no tiene las prestaciones de un superdeportivo, pero tampoco es un coche lento: tarda 7,5 segundos en pasar de 0 a 100 km/h, por lo que es un motor más que suficiente para utilizarlo a diario... o para viajar a un ritmo bastante vivo. Destaca también por consumo: en carretera a velocidad sostenida ronda los 7 L/100 km, que está muy bien para las características del coche.
¿Y EL CAMBIO?
El cambio automático de ocho velocidades es un complemento ideal para el talante del coche: es suave y actúa con rapidez.
MUY BUEN CHASIS
El comportamiento es excelente. Tiene una dirección muy precisa y unas reacciones ágiles y predecibles; resulta muy estable y fácil de conducir. Con las llantas de 19" (desde 1.148 €) de esta unidad resulta un poco seco; con las de 17" de serie será más cómodo.