¿CUÁNDO Y POR QUÉ HA DE IR UN NIÑO COLOCADO A CONTRAMARCHA?
■ Por Ley las sillitas homologadas bajo la normativa i-Size deben situarse de forma que lleven a los niños en sentido contrario a la marcha hasta los 15 meses (se aplica a las sillas de hasta 105 cm); las SRI homologados bajo la norma R44, sólo hasta los 9 kg: por eso, las sillas de los grupos 0 y 0+ deben ir siempre colocadas a contramarcha. Sin embargo, los fabricantes de SRI recomiendan ampliar el rango de edad en la que los niños deberían viajar a contramarcha, algo que ya permiten determinados modelos de SRI del grupo I/II (homologados bajo la norma R44), aptos hasta los 6 años aprox. o los 25 kg.
Pero, ¿cuáles son los motivos de esta normativa? Desde RiveKids, una empresa de ingeniería de Valladolid centrada en la seguridad infantil, de entrada señalan la fisiología de los menores: en un niño pequeño el peso de su cabeza representa entre el 18 % y el 25 % de su peso corporal (en un adulto, apenas un 6 %) y, además, el desarrollo de los músculos, huesos y demás órganos no alcanzan los de un adulto. A ello hay que sumar que si el niño viaja en orden de marcha y se da una deceleración brusca, su cabeza va a seguir la misma dirección y a la misma velocidad que la silla del coche hasta que su cuello la detenga. Por eso, varios expertos y organizaciones como el RACE o la DGT recomiendan que los niños más pequeños viajen de esta forma, ya que esta disposición reduce la posibilidad de lesiones en el cuello y médula espinal.