No frenes cuando no debes
Aunque parezca raro, si frenas sobre una placa de hielo, lo que conseguirás es que el coche gane velocidad. Esto es así porque hay tan poca adherencia que las ruedas se bloquearán y el vehículo se deslizará sobre el hielo como si estuviese en una pista de patinaje. Por tanto, debes frenar, suave y en recto, antes de visualizar la placa de hielo.