CON NIEBLA O VIENTO
Si te encuentras con grandes bancos de niebla, lo más seguro es detenerte y esperar a que pase. Si no es posible, reduce al mínimo la velocidad y conecta los faros antiniebla (nunca las luces largas, ya que se reflejarían en la niebla y verías aún menos). Si se da el caso de que llevas algún coche delante, utiliza sus luces traseras como referencia para conocer por dónde discurre la carretera, pero siempre manteniendo la máxima distancia de seguridad posible. Con grandes ráfagas de viento lateral, ten en cuenta que te afectarán más cuanto mayor sea la velocidad a la que circules, así que modera el ritmo. Además, sé especialmente precavido al adelantar a un camión o al salir de un túnel, pues justo en ese momento notarás de golpe la fuerza del viento. La forma de contrarrestarla es compensando su empuje mediante suaves correcciones de volante en la dirección contraria a las ráfagas. Además, ayuda no dejar de acelerar en ningún momento para que el coche tienda a sacarte hacia delante.