¡Menuda sorpresa!
MEJORA EN CALIDAD Y APARIENCIA
● EL ASPECTO dinámico es el que ha experimentado una mayor mejora respecto al modelo saliente, hasta el punto de que ya no tiene nada que envidiar al resto de utilitarios del mercado. De hecho, sobresale en tres aspectos: estabilidad, rendimiento del motor y aislamiento del habitáculo.
IMPERTURBABLE En autopista y autovía, el Sandero muestra un excelente aplomo, prácticamente equiparable al que proporciona un Renault Clio, con el que comparte la plataforma CMF-B. También es destacable el tacto de la dirección, que ahora dispone de asistencia eléctrica en vez de hidráulica. En carreteras de curvas, sin embargo, resulta lenta debido a que está muy desmultiplicada, con algo más de tres vueltas entre topes.
¿EN SERIO TIENE 90 CV? La respuesta del motor 1.0 TCe sorprende de manera muy grata, ya que se corresponde a la de uno de mayor potencia. Se puede afrontar una fuerte pendiente en autovía en sexta velocidad sin que pierda velocidad, al menos con una persona a bordo y sin equipaje. Además, la insonorización del habitáculo es muy buena, mejor que en modelos mucho más costosos. También brilla en consumo: medimos un gasto de 6,6 litros/100 km.
El interior del Sandero experimenta una mejora generalizada, tanto en su aspecto como en la calidad y ajuste de los elementos... aunque se mantienen los materiales de apariencia sencilla, donde predominan los plásticos duros. Por tanto, la calidad percibida sigue estando lejos de la que presenta, por ejemplo, un Ford Fiesta.
FALTAN POCAS COSAS
El acabado más básico (Access) prescinde de elementos como los elevalunas eléctricos o el cierre centralizado. En el Essential únicamente se echan en falta los retrovisores regulables eléctricamente, que no están disponibles ni en opción. El aire acondicionado cuesta 440 euros; la pantalla central de 8", 210 euros; y la regulación en profundidad del volante, 110 euros (incluye ajuste en altura del asiento).