¿Cómo era por dentro?
■ El Logo se caracterizaba por un salpicadero de diseño muy sobrio pero de gran funcionalidad.
Además, presentaba materiales simples pero de buena calidad, lo que permite que hoy en día sea un vehículo que se conserve bien si ha sido convenientemente cuidado.
Su posición de conducción era cómoda y otorgaba una buena visibilidad, aunque la habitabilidad no era su punto fuerte, con unas plazas traseras cuya amplitud apenas distaba de la de automóviles más pequeños, como los Seat Arosa y VW Lupo, especialmente en lo relativo a anchura. De hecho, aunque el Logo estaba homologado para cinco ocupantes, detrás era casi imposible acomodar a más de dos. Por otra parte, su maletero, con 230 litros de capacidad, se situaba entre medias de los microurbanos y los urbanos.