Cierto carácter deportivo

● MUCHA TECNOLOGÍA El motor 1.5 TSI de 150 CV ofrece un funcionamiento bueno, ya que mueve con soltura el T-Cross sin que los consumos se disparen. Esto es gracias al sistema de desconexión de cilindros que incorpora; permite rodar con sólo dos de los cuatro cilindros cuando pisamos poco el acelerador o el terreno es favorable.

SE MUEVE MUY BIEN En lo que se refiere al chasis, el T-Cross es un modelo equilibrado. La suspensión tiene la dureza justa para contener el balanceo de la carrocería, no es incómoda y sus reacciones son nobles y previsibles. Por tanto su conducción es sencilla, transmite mucha confianza y no cuesta acostumbrarse a sus reacciones.

Esta versión sólo se vende con un cambio automático de doble embrague y siete marchas; funciona bien, ya que resulta rápido... aunque es cierto que a veces le cuesta reducir cuando pisamos a fondo el acelerador. Por otro lado, el tacto de la dirección resulta algo artificial.