12 Déjate ayudar
aquí, producto de no saber mirar lejos, sería frenar en la cuesta abajo, desperdiciando esa ‘velocidad gratuita’ y, por tanto, necesitando de más acelerador para después subir la pendiente ascendente, con el consiguiente mayor consumo.
5 Menor distancia no implica menos gasto
Si para ir del punto A al punto B tienes dos alternativas, la que suponga menos kilómetros no necesariamente implica ahorrar en combustible. Por norma general, el mayor ahorro de combustible se produce en las carreteras convencionales y en las circunvalaciones, ya que se circula a una velocidad baja y sostenida. En autopista, el consumo puede crecer en torno a un 15 %, mientras que en ciudad y retenciones aumenta en otro 20 % adicional.
6 La velocidad, actor principal
Por encima de
100 km/h, la aerodinámica comienza a jugar un papel clave en el consumo. De hecho, a esa velocidad, el 50 % de la energía del motor se destina a vencer la resistencia aerodinámica. Por eso, en autopista, mayor velocidad significa
mayor consumo. ¿Un ejemplo? Si un automóvil consume 6,5 L/100 km a 120 km/h, ese gasto se acercará a los 9,0 L/100 km si circulas a 150 km/h. De cara a contener el consumo, intenta siempre llevar una velocidad constante (para lograrlo, utilizar el control de crucero es una buena idea si tu coche lo tiene instalado).
7 Siempre en la marcha correcta
En los coches con cambio manual, la decisión del conductor sobre qué marcha llevar engranada, afecta directamente al consumo. Lleva el motor en la marcha más larga posible, pero nunca por debajo de 1.250 rpm en los diésel y 1.500 rpm en los gasolina, ya que por
9 La presión de las ruedas
Llevar la presión de los neumáticos demasiado baja puede aumentar el consumo de combustible hasta en un 5 %. Pon siempre la recomendada por el fabricante del vehículo
debajo de ese régimen necesitarías pisar demasiado el acelerador para ganar velocidad, y eso es contraproducente de cara al consumo. Si el motor baja
de ese régimen, es mejor que reduzcas una marcha para que así tengas que presionar
menos el pedal del acelerador. En los coches con cambio automático, circula siempre en la ‘D’, evitando utilizar el modo deportivo ‘S’ (en el caso de que disponga de él), así como las levas del volante.
8 Nunca en punto muerto
Una creencia popular es que bajar una pendiente en punto muerto ahorra combustible. Nada más lejos de la realidad, puesto que en punto muerto el motor necesita combustible para seguir funcionando y, de hecho, lo gasta a un ritmo
10 El equipaje, crucial
A más peso, mayor consumo. Por cada 100 kg extra de peso, el gasto de combustible cada 100 km puede incrementarse en hasta 1 litro. Y, por supuesto, artilugios como bacas, portabicicletas o cofres de techo son un importante escollo a la hora de ahorrar combustible, incrementándolo entre un 5 % y un 25 % en función del tamaño del bulto y de la velocidad que lleve el vehículo.
de entre 0,6 y 0,8 litros por hora. Si bajas una pendiente, hazlo con una marcha engranada: el propio movimiento de las ruedas mantendrá el motor girando sin gasto alguno de combustible.
11 Los accesorios, gastan
Aire acondicionado, calefacción de asientos, luneta térmica... todo afecta negativamente al consumo, pudiéndolo aumentar entre un 5 % y un 12 %. No hay que dejar de utilizar todo eso, sino hacerlo sólo cuando sea necesario. Esto es especialmente sangrante en los coches eléctricos, donde el consumo podría aumentar en más de un 15 %.
Si tu coche tiene modos de conducción y uno de ellos es 'Eco', selecciónalo porque te ayudará a consumir en torno a un 2 % o un 3 % menos de combustible. Aparte, muchos modelos modernos incluyen eco-herramientas, como indicadores de cambio de marcha, limitadores de velocidad electrónicos o sistemas que examinan cómo de ecológica es tu conducción.