MEJORA MUCHO RESPECTO A SU ANTECESOR
● PASO ADELANTE Respecto al antiguo Mokka X, el salto cualitativo en lo referente a agilidad, refinamiento y dinamismo es muy grande. Aunque el Mokka no destaca en esos aspectos frente a la competencia, sí que ha mejorado en todos ellos, gracias en parte a que, de media según versiones, el peso del vehículo se ha reducido en 120 kg. Donde no ha ganado tanto es en confort de marcha, pues su blanda suspensión es esponjosa a baja velocidad, pero en carretera no termina de transmitir el aplomo idóneo. Asimismo, su aislamiento acústico es bastante bueno, aunque se percibe cierto ruido aerodinámico en autopista procedente de la parte frontal y de los retrovisores.
MOTOR MUY BUENO Otro aspecto en el que el nuevo Mokka es mucho mejor que el antiguo Mokka X. Este propulsor 1.2 tricilíndrico es bastante silencioso, vibra poco y ofrece un rendimiento sobresaliente. Con él, el Mokka es una de las alternativas más rápidas entre sus rivales, y lo combina con un consumo muy razonable: en condiciones reales, unos 6,7 litros/100 km. Además, su caja de cambio automática de ocho relaciones es suave y eficiente. ¿Y EL MOKKA-E ELÉCTRICO?
Emplea el mismo paquete que otros modelos eléctricos del Grupo PSA. Esto es, un motor de 136 CV y una batería de 50 kWh que, en la práctica, le permite recorrer unos 270 km con cada carga.