DACIA SANDERO
EL DACIA SANDERO ES EL COCHE MÁS VENDIDO EN NUESTRO PAÍS A PARTICULARES, Y ACABA DE RENOVARSE POR COMPLETO. PROBAMOS LA VERSIÓN STEPWAY CON MOTOR DE GLP.
El Dacia Sandero se ha renovado por completo. Sí, sigue siendo un urbano de los más grandes con sus 4,09 metros, continúa vendiéndose con una sola carrocería de cinco puertas con dos apariencias (normal y Stepway, más campera) y su planteamiento no ha variado ni un ápice: sigue siendo un coche sencillo, sin grandes concesiones a los lujos, pero que cumple con buena nota... y mantiene un precio de salida muy interesante.
Más que una nueva y bonita cara
Quizá lo más llamativo del Sandero sea su nueva estética, mucho más moderna que las de sus antecesores. Sin embargo, debajo de esa imagen se encuentra una plataforma completamente diferente. ¿La del nuevo Renault Clio? Sí y no. Sí porque es una CMF-B, como el Clio o el Captur. Pero no porque, mientras que los dos Renault utilizan la variante HS (High Specifications), el Dacia se conforma con la LS (Low Specifications). ¿Qué significa? Poca cosa. Básicamente, ambas se diferencian en la parte electrónica, que en la HS está preparada para contar con elementos más avanzados como el asistente de cambio de carril.
Hay más novedades. Por ejemplo, la versión con motor diésel ha desaparecido. Ahora sólo hay tres motores, todos 1.0 y de tres cilindros alimentados por gasolina y, en uno de los casos, también por GLP. El primero es uno atmosférico de 65 CV; el segundo, uno con turbo con 90 CV. Y el tercero, el 1.0 Eco-G que tenemos en esta prueba, que tiene 100 CV y funciona tanto como gasolina como con gas GLP.
Precisamente por eso, es la única variante que se beneficia de la etiqueta Eco de la
DGT. Recordemos que esta tecnología es una de las más asequibles para obtener un coche con esta etiqueta y, por su coste por km, también sale muy rentable siempre que podamos repostar en una de las cerca de 800 gasolineras con GLP. En el Sandero caben 40 litros de GLP, que dan para recorrer unos 450 km.Y hay otro depósito de 50 litros de gasolina, con lo que la autonomía se multiplica por algo más de dos para poder recorrer más de 1.000 km con ambos depósitos sin parar a repostar.
Mientras no tengas prisa...
La respuesta de este motor 1.0 Eco-G es suave y agradable. Suena y vibra poco para ser un tres cilindros, y a bajo y medio régimen responde con solvencia, por lo que es un propulsor sencillo de aprovechar sin necesidad de recurrir en exceso a su cambio de seis velocidades para mantenerlo alto de vueltas, salvo que queramos ir deprisa. En ese caso, el motor se sigue desenvolviendo bien, pero 100 CV dan para lo que dan.
Por consumo, y aunque no hay milagros, también convence: en gasolina, lo normal es moverse en torno a 7 L/100 km, mientras que en GLP lo habitual es rondar los 8,5 L/100 km, lo que significa que con GLP es fácil recorrer 100 km por menos de 6 euros, que está muy bien. Recordemos que este Sandero pesa 1.209 kg, y eso ayuda tanto esa buena respuesta como a que el consumo no se dispare.
¿Y cómo es el comportamiento? La suspensión tiene unos tarados blandos, y eso se traduce en unos movimientos de la carrocería más acusados que en otros rivales cuando nos metemos en una carretera de curvas. Por eso, no es muy ágil.
Sin embargo, hay que diferenciar las suspensiones blandas en las que esas oscilaciones se producen además de forma lenta, de las blandas que tienden a recuperar su posición inicial con mayor rapidez. La del Sandero es de las segundas, algo que ayuda a que sus reacciones sean más controlables y que se comporte mejor ante una situación inesperada que requiera cambiar de dirección con rapidez. Además, el guiado es bueno, y eso que la dirección podría poner algo más de su parte: está demasiado asistida (mejor para maniobrar, eso sí), es un tanto insensible y algo lenta para lo que hoy se estila (tiene unas 3,3 vueltas de volante entre topes, cuando hoy día rara vez se pasa de las tres).
¿Es cómodo? Sí aunque en baches pronunciados, como guardias tumbados o badenes, resulta un poco más seco de lo que uno podría esperar al principio. ¿Y en campo? La versión Stepway de esta prueba tiene 36 mm más de altura que el Sandero normal. Eso le permite circular con más facilidad por caminos sin rozar en los bajos, pero no tiene tracción total, ni un control de tracción específico para condiciones resbaladizas, ni siquiera neumáticos M+S todo tiempo o incluso de invierno.