EL AUTOMÓVIL Y LAS REVISTAS DEL MOTOR
Una evolución necesariamente paralela y compatible
Transcurridas ya seis décadas y media de actividad editorial, con millones de páginas impresas y distribuidas entre generaciones de lectores, tenemos la sensación –a lo mejor la fantasía– de haber convertido nuestras publicaciones en componente indisociable de la historia viva del Motor en España.
Durante estos 65 años, los vehículos automóviles, y también los medios de comunicación, han ido experimentando continuas mejoras hasta llegar a la realidad actual: un mundo en el cual los coches son infinitamente más seguros, más eficientes, más inteligentes, y las revistas, antes indispensables para acceder a una información de actualidad en diferido, se han adecuado al nuevo escenario digital con actualización constante e inmediata, en tiempo real y alcance potencialmente universal.
En aquella segunda mitad del siglo XX, nos maravillábamos continuamente con la aparición de nuevos ingenios y soluciones avanzadas; vivimos etapas de competencia feroz, emocionante, entre los grandes por demostrar su capacidad tecnológica con coches de serie cada vez más potentes y rápidos (las propias marcas implicadas decidieron de forma tácita poner límite a esa escalada) o por reducir al mínimo el consumo y las emisiones, inspirados en cuestiones económicas y medioambientales.
A lo largo de todo este tiempo hemos vivido y noticiado la incorporación de cosas tan elementales como los cinturones de seguridad o los reposacabezas, la adopción en origen de algo tan razonable como los frenos de disco, la dirección asistida, el aire acondicionado... ¡la radio!, hasta llegar, en movimiento uniformemente acelerado, a la aparición de sistemas en permanente evolución, controles de todo tipo dirigidos a vigilar y mejorar el funcionamiento de cada parte del vehículo, a resolver cualquier tipo de incidencia en la conducción, incluso dispuestos a manejar por nosotros.
Y es entonces cuando descubrimos, de nuevo, las ventajas de la alternativa analógica: el placer de conducir, el de viajar –huyendo de autovías y autopistas en busca de lugares auténticos, de siempre, ahorrando de paso peajes oportunistas– y el de la lectura de nuestra revista favorita. Algo, por supuesto, perfectamente compatible con la riqueza de contenidos de nuestra página web –autofacil.es– y su formato innovador.
No te pierdas esta doble experiencia.
Carlos Hernández Presidente/Director Editorial
A punto de cumplir 93 años, Enrique Hernández-Luike, Presidente Fundador de LUIKE editor, me encomienda dar continuidad a esta Carta para dedicarse en cuerpo y alma a su blog de poesía. "Creo que ya he hecho bastante", me dice.
C. Hernández