CASI TAN CAPAZ COMO EL Q5 NORMAL
● COMO ES HABITUAL en los modelos de Audi, la elevada calidad de construcción es la principal característica de un interior que, visualmente, es calcado al del Q5 normal.
MÁS PUNTOS FUERTES
Destaca además por una postura de conducción fantástica favorecida por los asientos deportivos de esta variante S-Line, una buena ergonomía y un equipamiento de serie que no está nada mal, incluyendo elementos como el cockpit virtual de 12,3" o la pantalla central de 10,1" con navegador y wifi. ¿Y LA PARTE TRASERA? Ahí se encuentran las principales diferencias con el Q5, aunque hay que reconocer que bastante bien resueltas. Como era de esperar, se conserva la anchura y espacio para las piernas de los ocupantes traseros. Por otro lado, la merma en altura no es excesiva, permitiendo que dos adultos de más de 1,85 metros de alto viajen sin ninguna incomodidad. El maletero, por su parte, sólo pierde 10 litros, situándose en 510 L que se convierten en 570 L con la opción del asiento trasero con regulación longitudinal (473 €). Además, el portón eléctrico es de serie.