UNA VEZ EN TU DESTINO, NO OLVIDES…
● Dentro de lo posible, intenta aparcar a la sombra: Estar mucho tiempo al sol produce un sobrecalentamiento que, a la larga, es perjudicial para la carrocería y los materiales del interior (protégelos siempre con un parasol).
● Revisa (de nuevo) los niveles de líquidos: Antes de emprender el viaje de regreso, sobre todo si has estado en una zona muy cálida, no está de más volver a comprobar el nivel del refrigerante, ya que con las altas temperaturas puede haber sufrido evaporación.
● Lava el coche: Después del viaje, lo ideal es que laves el coche para retirar toda la suciedad, especialmente los insectos; si los dejas al sol, después será mucho más complicado retirarlos. Basta con que le des con agua a presión, no hace falta una limpieza profunda.