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A partir de esa fecha sólo se podrán adquirir en el Viejo Continente vehículos 100 % eléctricos o impulsados por hidrógeno.
La UE prohibirá los coches térmicos en 2035; el Ford Mustang Match-E, récord de autonomía eléctrica; VW quiere crear una fábrica de baterías en España; Stellantis cerrará 129 concesionarios en España...
La Unión Europea, a través del plan Fit for 55 ('En forma para el 55'), se ha fijado un objetivo ambicioso respecto a la descarbonización del transporte: quiere que,
para 2035, los coches que se vendan en su territorio no produzcan emisiones de CO2. Esto supondrá prohibir los coches gasolina, diésel e incluso los híbridos.
Aunque este será el final de un proceso paulatino, ya que para 2025, el organismo europeo planea reducir en un 15 % las emisiones con respecto a los datos de 2021, y para 2030, este descenso debería alcanzar el 55 %. Ya en 2035, el objetivo es que sólo se puedan adquirir vehículos 100 % eléctricos, así como impulsados por pila de combustible de hidrógeno.
Esta medida no sólo afecta a los turismos, sino que las furgonetas también deberán acogerse a ella: para 2030 tendrán que reducir un 50 % sus emisiones y, en 2035, sólo podrán venderse modelos que no generen CO2.
Estas restricciones, junto a la renovación del parque europeo a través del mercado de ocasión, hacen pensar a la Unión Europea que, para 2050, los coches térmicos habrán desaparecido de sus carreteras. Además, la Comisión Europea hará extensible esta medida para el transporte naval y el aeronáutico.
Ayudas para los ciudadanos
A cambio, y para subsanar el impacto de la subida del coste de la electricidad en la vida de los ciudadanos europeos, la prohibición de venta de coches térmicos irá acompañada por la creación de un fondo de 72.000 millones de euros entre 2025 y 2032 que ayudará a rebajar este alza.
La prohibición de venta de vehículos térmicos se muestra acorde con las decisiones ya tomadas por algunos de sus países miembros; por ejemplo, España ya había anunciado esta decisión para 2040.
Por último, la Unión Europea se está planteando instaurar un gravamen por las emisiones de CO2 que generen las compañías relacionadas con el transporte y la vivienda, con la objetivo de estas se reduzcan. El compromiso de la UE con la reducción de emisiones es tal que incluso instaurará un arancel económico para las importaciones desde los países que no realicen esfuerzos en este campo.
Y se crearán puntos de recarga cada 60 km
■ Para asegurar una buena infraestructura para los vehículos eléctricos llegado 2035, la Comisión Europea exigirá a los Estados miembros la instalación de puntos de recarga cada
60 km en las principales carreteras de cada país. Así queda recogido en el mencionado plan, donde también se estipula que deberán instalarse hidrogeneras cada
150 km. ¿El objetivo de estas medidas? Alcanzar la neutralidad en emisiones para 2050.