Por dentro: iguales en calidad, diferentes en lo demás
Los dos presentan muchas similitudes con sus hermanos de gama, pero sus estilos son radicalmente diferentes. El del Audi es más sobrio y rectilíneo, con colores menos llamativos. El del Mercedes es mucho más suntuoso y llama más la atención, lo que le permite tener una mayor presencia.
MEJOR SI TUVIESEN MÁS BOTONES
● Muy bien hechos Por calidad, no hay forma de encontrar grandes pegas en ninguno de los dos. Es verdad que los plásticos de las zonas menos vistas son peores que los de algunos de sus antepasados, un mal que se está extendiendo más entre todas las marcas... Aun así, estos dos modelos están muy bien hechos; todo lo que queda a mano es agradable al tacto y tanto los remates como los ajustes son de primer nivel.
LÉETE ANTES EL MANUAL
● Muchas cosas, demasiadas
Ambos modelos cuentan con un importante arsenal tecnológico que permite todo tipo de regulaciones: desde la luz ambiental al diseño de la instrumentación, los modos de conducción el equipo de audio, el teléfono, el navegador, datos sobre el vehículo y la conducción... Hay de todo, y todo (o al menos las funciones más avanzadas) se maneja a través de las pantallas centrales. De las dos, nos convence más la del Mercedes, pues la especie de ratón que hay entre los asientos permite navegar de forma más fluida y precisa. Eso sí, ambos mantiene botones para cosas básicas como el climatizador o la radio.
● ¿Prácticos? Sí; los dos ofrecen huecos suficientes para objetos de diferente tamaño, y todos están bien tapizados.