SKODA KAMIQ SCOUT 1.0 TSI 110 DSG
EL SUV COMPACTO DE SKODA RECIBE ESTE ACABADO CON ASPECTO CAMPERO... PERO SIN MEJORAS OFF-ROAD.
El SUV compacto checo estrena su versión campera Scout. ¿Qué le aporta? ¿Y qué tal resulta frente a sus rivales?
Desde que, en 2006, Skoda sacara la primera versión Scout del Octavia, este apellido se ha ido sumando a prácticamente la totalidad de los modelos checos (Fabia, Superb, Kodiaq...). Según vehículo, esta denominación ha supuesto diversos aditamentos estéticos para darle un aspecto más campero junto a mejoras para circular por campo (suspensiones más elevadas, protecciones inferiores...) o bien, sólo cambios estéticos. Y el Kamiq Scout pertenece a esta última categoría.
De hecho, esta versión del SUV compacto checo (aparecido en 2019) se basa en el acabado intermedio Ambition (cuesta 1.500 euros más) sobre el que, en el exterior, añade la parte baja del paragolpes delantero, el difusor trasero, los perfiles de las ventanas y las carcasas de los retrovisores en tono plata, y unas llantas específicas de 17". De serie también incluye cristales tintados, faros traseros led con intermitente dinámico, molduras negras sobre los pasos de rueda y barras en el techo. En el interior incorpora el sistema de arranque y apertura sin llave, asientos con tapicería específica, nuevas molduras en el salpicadero... ¿Lo malo? Que esta versión Scout no incluye una suspensión más alta (toda la gama Kamiq ofrece 19 cm de altura libre al suelo, una cifra correcta pero no excepcional) ni tan siquiera un sistema de gestión de motricidad: al respecto, y como el resto de Kamiq, este Scout sólo se ofrece con tracción delantera.
A cambio, el Kamiq Scout mantiene todas las bondades de este SUV, como un habitáculo amplio y repleto de detalles prácticos (como un paraguas en la puerta del conductor) o una red bajo la bandeja del maletero.