No hay suficientes chips
■ De entrada hay que saber que estos microchips concentran su fabricación en muy pocos países del sudeste asiático como Taiwán, Corea del Sur y Singapur (que suman casi el 50 % de las exportaciones de chips); los dos primeros llegan a fabricar el 83 % de los chips para procesadores y el 70 % de los chips de memoria, según un informe de la consultora económica americana TS Lombard. Precisamente, el mayor fabricante mundial de chips es TSMC: Taiwan Semiconductor Manufacturing Company.
Pero, ¿qué ha pasado para que no haya chips para los coches? En primer lugar, existe una enorme demanda de ellos que no dejará de crecer en los próximos años: hoy día los lleva cualquier electrodoméstico, teléfono móvil, ordenador... y cada vez los aparatos incorporan más (por ej., desde 2015 a 2020, China duplicó la importación de chips para su industria manufacturera). Y, por otro lado, con la pandemia, los fabricantes de chips redujeron su producción. Además, debido a la caída en las ventas de coches durante los primeros meses de 2020, muchos fabricantes de automóviles, en previsión de que continuara, cerraron sus fábricas y dejaron de adquirir chips (cada coche, dependiendo de su complejidad, puede necesitar más de 1.500). Entonces, la producción de chips fue absorbida de inmediato y en su totalidad por otros sectores, como el de la electrónica, que ha sufrido un enorme incremento de la demanda (debido, entre otras cosas, al auge del teletrabajo), por el gradual crecimiento del Internet de las cosas (hasta las bombillas compatibles con los sistemas de control por voz llevan chips) y por la expansión de los sistemas de telefonía 5G.
La demanda de chips supera hoy
en día a la oferta y, aunque un estudio publicado por el banco ING explicaba
hace meses que los fabricantes de chips están aumentando su producción (es factible que lo hagan en aprox. un 10 % a lo largo de 2022), no se espera que el mercado se normalice
hasta finales de 2022. “El aumento en la producción de vehículos eléctricos y los pasos futuros en la conducción autónoma impulsarán aún más la demanda”, asegura el informe del ING.
Conscientes de esta situación, desde la Unión Europea están preparando la conocida como Ley de los Semiconductores para impulsar la producción de chips en Europa. Se se prevé
entre en vigor en 2022 y que tiene un objetivo claro: que, para finales de esta década, el 20 % de la producción mundial de chips se lleve a cabo en Europa.