JOSÉ LÓPEZ-TAFALL
Director general de ANFAC, la asociación de fabricantes
■ ¿A qué se debe la crisis de microchips?
Esta crisis de desabastecimiento de microchips, que está afectando a escala global y comenzó a finales de 2020, viene debida a un desajuste entre la capacidad de producción por parte de sus fabricantes y el aumento de la demanda de los diferentes sectores industriales que se ha producido tras el parón provocado por la pandemia. La alta demanda procedente de diferentes sectores de tecnología, electrodomésticos, telecomunicaciones o el sector de la automoción ha llevado a un cuello de botella entre demanda y capacidad de respuesta en la producción de estos materiales que ha reducido la fabricación de productos, entre ellos los vehículos.
■ ¿Afecta a todas las marcas/grupos automovilísticos por igual? Es una situación a escala global y todas las marcas se están enfrentando al mismo problema. Los vehículos cada vez tienen un mayor valor tecnológico con la incorporación de sistemas de ayuda a la conducción, lo que provoca que esta parte tecnológica tenga una mayor importancia. Esto hace de los microchips un componente de alta relevancia en la cadena de montaje de todos los vehículos en el mercado, por lo que su escasez afecta a todas las marcas. No obstante, hay que destacar que afecta no a todos los modelos por igual, e incluso depende de la configuración específica dentro de un mismo modelo. Por eso, es importante acercarse a los puntos de venta para informarse, pues puede que el modelo específico deseado por un consumidor no tenga un retraso.
■ ¿En qué medida está afectando a las marcas respecto a los plazos de entrega?
La escasez de microchips está reduciendo el ritmo de producción de vehículos, algo que está conllevando una menor capacidad de respuesta para la demanda procedente de los puntos de venta. Esta situación provoca que se alarguen los plazos de entrega de vehículos, por encima del período habitual de entrega entre 1 y 3 meses.
■ ¿Se están poniendo en marcha algún tipo de soluciones a todo esto? Es una situación coyuntural que se está alargando más tiempo del inicialmente previsto.
Desde Europa se han lanzado diversas iniciativas para la construcción de centros de producción de semiconductores en el continente y evitar situaciones similares en el futuro. Desde ANFAC consideramos que es una medida positiva, pero hay que ser conscientes de que es a medio plazo ya que el desarrollo de una fábrica de microchips requiere de una gran inversión, una alta complejidad tecnológica y formativa y su puesta en marcha puede prolongarse a lo largo de la próxima década.