1 NECESITAS CAMBIAR DE COCHE... Y ESTÁS PENSANDO EN UN RENTING
Si no puedes acceder a la compra inmediata de un coche nuevo, o si no puedes (o no quieres) estirar el uso de tu actual coche algunos meses más, el renting es una opción idónea. También lo es si no tienes demasiado claro qué tipo de coche o combustible te interesará a medio plazo.
¿Qué es el renting? Se trata de una modalidad de alquiler a largo plazo (normalmente 12, 24 ó 36 meses) en la que puedes disfrutar de un coche nuevo con todos los gastos derivados incluidos a cambio de una cuota mensual.
¿Qué ventajas y desventajas tiene? Entre sus puntos a favor destacan dos: el poder despreocuparte de cualquier asunto relacionado con el vehículo (mantenimiento, reparaciones, pólizas de seguro, impuestos... y hasta gestión de multas en la mayoría de casos) y el no 'atarte' a la compra de un vehículo si tienes dudas acerca de qué te interesará más a medio plazo. Dicho de otro modo, si hoy necesitas determinado tipo de coche pero, dentro de dos años tu situación cambia y precisas de otra clase de automóvil, podrías sustituir el coche sin ningún tipo de atadura. ¿Y los puntos en contra? Fundamentalmente uno:
nunca serás propietario del coche, sino un arrendatario.
¿Cuánto cuesta? Depende sobre todo de dos factores: uno es el precio del vehículo nuevo (a más caro, más costoso será el renting). El otro es el kilometraje anual que desees contratar, pues el precio final no será el mismo si recorres 10.000 km al año que si esa cifra asciende a 25.000 km. ¿Un ejemplo? Contratar un renting con la propia marca para un SUV urbano generalista, como un Peugeot 2008 PureTech 100 Active, a 36 meses y
10.000 km al año, tiene un coste de
239 euros al mes, aparte de los
4.993 euros que se abonan como primera cuota. Al cabo de los tres años habrás pagado algo más de
13.500 euros, en torno al 63 % del valor del vehículo nuevo, pero ten en cuenta que en esa cantidad se incluyen todos los mantenimientos, seguros, impuestos, etcétera.