El vehículo clásico tiene futuro en España
Tener un vehículo clásico es una afición cara que principalmente los nostálgicos mantienen por el gusto de conservar parte de la historia de la automoción en el garaje, ponerlos en marcha de vez en cuando, si surge hacer unos pocos kilómetros y, sobre todo, siempre mantenerlos limpios y listos para vivir una breve aventura.
Y justo estos primeros días de enero, los más aficionados al deporte de fuera carretera hemos sido testigos de la participación de 128 coches y 20 camiones clásicos en el Dakar; ese raid que nació en 1979 como París-Dakar, y ahora por el cambio del origen y destinos se ha quedado con el nombre de la capital de Senegal. Y ha sido gracias al empuje de un español amante de los clásicos y del Dakar, Ignacio Corcuera, más conocido por Livingstone (supongo), que logró en 2020 que el promotor de la prueba, ASO, creara una competición de regularidad con vehículos de más de 20 años, nacía así el Dakar Classic con 24 vehículos.
Esta prueba, igual que el Le Mans Classic o la Mille Miglia, son las excepciones que animan a los aficionados a conservar coches históricos, pero también hay quienes guardan “coches viejos”, algunos son casi chatarra con poco valor histórico pero sí sentimental. Según nuestros cálculos por los datos extraídos de una encuesta de movilidad de la FEVA (Federación Española de Vehículos Antiguos), podrían existir en España más de 200.000 vehículos con más de 30 años, guardados en colecciones particulares, de un parque nacional de más de 30 millones de vehículos.
Según la FEVA, de los 27.000 coches registrados con la matrícula de Vehículo Histórico, con la H seguida de cuatro números y tres letras, el 95 % de ellos tiene motor gasolina y el 80 % no hace más de 2.000 km en un máximo 30 días al año. Un nivel de emisiones sin duda muy bajo; sobre todo teniendo en cuenta que se extiende a todo el territorio, ciudades y pueblos.
Y es ahora la DGT quien también está entendiendo que los clásicos son cultura, son historia y su conservación y registro es necesario. Pronto comenzaremos a ver señales de la Dirección General de Tráfico en ese sentido, y ojalá nos pueda acompañar también para impulsar el tan necesitado Museo Español del Automóvil.