REVOLUCIÓN CHINA (AHORA, SÍ)
Recuerdo con claridad el número 75 de Autofácil. Aquella fue la edición de enero de 2007, y además de ser el momento en el que un servidor entró a trabajar en esta empresa, también publicamos un titular rompedor en aquel momento (puedes ver la portada más abajo). El mercado chino empezaba a despuntar con claridad en todos los ámbitos, y la industria local del automóvil parecía ser capaz de traspasar fronteras y proporcionar productos muy baratos y de una calidad pasable.
Pero aquello se quedó en un amago. Acabaron llegando algunas unidades de coches, autobuses e industriales... y poco más. Sin embargo, 2022 es el año en el que, esta vez sí, tenemos en nuestro mercado una oferta muy amplia de origen chino. Para que te hagas una idea del boom que estamos experimentando, en 2019 (antes de la pandemia) tan sólo se comercializaban de manera oficial en nuestro territorio dos marcas chinas... y ahora podemos elegir entre 11 diferentes (en el mercado europeo, esta cifra asciende a 14).
Y parece que la gran mayoría ha escogido una fórmula similar para conquistar el mercado. La oferta china está formada, en su gran mayoría, por SUV de diferentes tamaños, con motores gasolina y eléctricos, y precios más accesibles que los de sus competidores ya consolidados. Pero es que, además, cuentan con diseños atractivos y una calidad de construcción que, en bastantes casos, está a la altura de lo que estamos acostumbrados en el mercado europeo, el más exigente en este sentido.
A partir de la página 34 encontrarás un extenso informe en el que tratamos absolutamente todas las cuestiones que te puedas imaginar, para que no te quede ninguna duda en el caso de que tengas interés en adquirir uno de estos automóviles.
Su llegada es muy oportuna ya que, si bien tienen algún problema en el suministro de semiconductores, desde luego no llegan a los niveles que están sufriendo la mayoría de las marcas tradicionales, por lo que los periodos en las entregas son más cortos.