Los robots de UR, certificados en la norma ISO 14644-1
TÜV SÜD, la consultora alemana especialista en certificaciones técnicas para el sector industrial, ha certificado que los brazos robóticos UR3, UR5 y UR10 de Universal Robots, así como la caja controladora, son aptos para su aplicación y uso en salas limpias, según el cumplimiento de la norma ISO 14644-1. Esta homologación oficial crea la base para la implementación de los robots colaborativos de Universal Robots sin necesidad de revestimientos de protección adicionales en una gran variedad de entornos de trabajo especializado donde la pureza del aire y la higiene son fundamentales, explica el fabricante en un comunicado. De hecho, la certificación permite a partir de ahora la automatización de procesos en laboratorios, el sector alimentario y las industrias de las ciencias de la vida, tales como la medicina, la biotecnología y la farmacia.
En muchos casos, desde la manufactura de semiconductores hasta el manejo de alimentos o la realización de diversas tareas en laboratorios farmacéuticos, la limpieza o pureza del entorno es el factor decisivo en la implantación de un robot colaborativo. A características como la flexibilidad, precisión y facilidad de uso se añaden aspectos como la mínima emisión de partículas, superficies fáciles de limpiar y la alta fiabilidad también.
La nueva certificación, que dicta que los brazos UR y la caja controladora ya están autorizados para su uso en salas limpias de clase ISO 5 y de clase ISO 6 respectivamente, significa que Universal Robots ofrece desde ahora la garantía que sus productos cumplen estrictamente con la norma ISO 14644-1 en cuanto a la clasificación de salas blancas.
General Electric hace de la impresión 3D una tecnología clave para su transformación digital en la que ya ha invertido 1.500 millones de dólares desde 2010. Ahora acaba de anunciar la adquisición de dos especialistas de esta tecnología en Europa: la sueca Arcam y la alemana SLM Solutions Group.
Con estas dos adquisiciones, el grupo liderado por Jeff Immelt duplicará su esfuerzo por dominar la fabricación aditiva de piezas metálicas, considerada estratégica para el futuro de sus actividades industriales en el caso de motores de aviación, energía, petróleo y gas, o médica. Mediante la difusión de su uso interno, se espera lograr un ahorro de 3 a 5 millones en los próximos 10 años. Arcam y SLM Solutions Group son especialistas en impresoras 3D dedicadas a la fabricación de piezas metálicas. Cada una de estas empresas está constituida por aproximadamente 300 personas para una facturación de alrededor de 70 millones. Mediante la integración, General Electric quiere hacer crecer su negocio en la impresión en 3D hasta una facturación total de mil millones de dólares en el 2020.