El principio dinamoeléctrico: una poderosa fuerza impulsora durante 150 años
Inventado por Werner von Siemens
Al inventar la máquina de dinamo, Werner von Siemens no solo ayudó a producir la maquinaria eléctrica, sino que también ayudó a acelerar y facilitar los procesos industriales.
El descubrimiento del principio dinamo-eléctrico ha traído consigo mayores cambios en la forma en que vive nuestra sociedad que prácticamente cualquier otro avance científico. Al inventar la máquina de dinamo, Werner von Siemens no solo ayudó a producir la maquinaria eléctrica, sino que también ayudó a acelerar y facilitar los procesos industriales. Visto desde la perspectiva de la sociedad, esto cambió completamente los conceptos aceptados de tiempo y movilidad.
Hace 150 años, Werner von Siemens descubrió el principio dinamoeléctrico y desarrolló la máquina de dinamo que permitió convertir cualquier cantidad de energía mecánica en energía eléctrica para la iluminación eléctrica, procesos metalúrgicos, transmisión de energía y quizás futuros propósitos de los que aún no somos conscientes (Werner von Siemens). Esta innovación sentó las bases para la electrificación del mundo, contribuyó a la aparición de la maquinaria eléctrica y tuvo un impacto duradero y fundamental en la velocidad de los procesos industriales. Cambió, en definitiva, los conceptos de tiempo y movilidad en toda la sociedad.
La invención se basa en dos conceptos subyacentes. En primer lugar, la corriente generada por la armadura de doble T actúa simultáneamente como la corriente excitadora para los imanes de campo, formándose un circuito eléctrico a partir del bobinado del inducido y excitación con el circuito eléctrico exterior. En segundo lugar, el magnetismo
residual de los imanes es suficiente para iniciar la amplificación recíproca de la corriente del inducido y del campo magnético. Esta acumulación recíproca de la corriente de inducción y la fuerza del campo magnético constituye la base del principio dinamo-eléctrico. Si se invierte el principio, la energía eléctrica puede convertirse en energía mecánica. Esto fue hace 150 años la base del advenimiento de los motores eléctricos en la producción industrial. Al principio, la transmisión de potencia a las máquinas individuales se llevaba a cabo utilizando correas de transmisión, mientras que más tarde cada máquina individual se equipaba con su propio motor eléctrico
En 1879, Siemens presentó el primer ferrocarril eléctrico del mundo, en 1880, el primer ascensor eléctrico, y en 1905, el primer coche eléctricamente accionado. En 1906, Siemens dio