El nuevo master Io-link lleva el diagnóstico inteligente a los entornos industriales adversos
Ahora los fabricantes y los operadores industriales pueden obtener acceso a diagnósticos de sensor detallados en entornos de funcionamiento hostiles gracias al master Io-link Armorblock Allen-bradley con clasificación IP67 de Rockwell Automation. Este dispositivo se incluye dentro de la familia de dispositivos Io-link e incorpora timestamp de eventos y procesos para aplicaciones de máquina.
El nuevo master Io-link almacena hasta 40 timestamps de eventos del sensor en cada canal. Este histórico de eventos puede ayudar a los usuarios a revisar los cambios, facilitando así el diagnóstico de los problemas. La información de timestamp de todos los datos del sensor se pueden enviar al controlador tras un cambio de estado. Estos y otros diagnósticos disponibles a través del dispositivo pueden acortar el tiempo de resolución de los problemas hasta un 90%, mejorar el mantenimiento preventivo y optimizar el rendimiento del sistema en general.
El master Io-link Armorblock con sensores con tecnología Io-link puede ayudar a los usuarios finales a hacer más inteligentes las operaciones sin necesidad de una revisión completa, explica Kevin Gagliostro, Director de Producto en Rockwell Automation. Pueden implementar la tecnología para controlar la temperatura y la indicación de margen o los parámetros de proximidad en procesos críticos. También pueden abordar ámbitos problemáticos donde se necesitan mejores diagnósticos para resolver los problemas.
Si bien el nuevo master Io-link Armorblock es más robusto para su uso en aplicaciones difíciles, el portfolio de Rockwell Automation también incluye una solución integrada en un armario para aplicaciones convencionales. La opción de instalación en máquina solo necesita un único cable procedente del armario, lo que reduce el número y la longitud del recorrido de los cables y los posibles puntos de fallo.
El master Io-link Armorblock incluye conectividad para un máximo de ocho sensores Io-link. El master y los sensores comparten una dirección IP, lo que ayuda a los usuarios finales a reducir el coste y tiempo que conlleva la puesta en marcha del equipo.