Los sensores de VEGA garantizan un envasado preciso en la producción de yogur
El productor de yogures La Fageda ha demostrado cada día desde hace 25 años que una empresa inclusiva dirigida por personas con y sin discapacidades puede ser todo un éxito. La receta para ello es una mezcla de un elevado compromiso personal, materias primas locales y un concepto de comercialización inteligente.
El objetivo es producir el yogur más sabroso, pero ¿Cómo conseguirlo? De una forma diferente a los grandes líderes del mercado de la industria alimentaria. La Fageda, situada en la comarca de la Garrotxa, Cataluña, es una de las empresas más grandes de la región, pero de sus 310 empleados, 180 tienen discapacidades físicas, psíquicas o enfermedades mentales. Casi nadie puede trabajar ocho horas en un día, sin embargo, se busca un puesto de trabajo para cada uno. En la empresa, el volumen de ventas ha crecido un
promedio de un 5 % desde 2009. En 2017, fue de unos 20 millones de euros. Hace mucho que esta empresa, cuya cartera de productos incluye yogur, helado, mermeladas y postres, se ha ganado una buena reputación fuera de Cataluña. Cada día, las delegaciones internacionales se informan sobre la planta. Actualmente reciben alrededor de 40 000 visitantes al año. Aunque La Fageda se beneficia de subvenciones públicas y de la colaboración de empresas privadas, el porcentaje de estas ayudas no supera el 10% de los ingresos totales.
Un suministro garantizado para el envasado
Un factor clave para su éxito fue que La Fageda profesionalizó la producción y el marketing desde el principio. Por tanto, la producción de La Fageda está sujeta a los mismos estándares de productividad y estrictos requisitos de higiene habituales en la industria alimentaria. La planta de envasado también debe cumplir unos elevados límites y funcionar a la perfección. Aquí es donde el yogur se conduce a la máquina de envasado. En este punto se mide
el nivel de forma continua en un pequeño depósito de reserva (con una altura aproximada de 700-900 mm y un diámetro de 600 mm) durante el envasado de las diversas variedades de yogur y postres. En este caso, se necesita un nivel constante para que la máquina de envasado no se detenga. En una máquina se llenan 12 000 envases de yogur por hora y, en otras dos máquinas, se producen 20 000 más. Hasta hace poco, no había una medición de nivel continua. Se habían instalado sensores capacitivos para detectar los niveles máximos y mínimos, y que ahora se siguen utilizando como «sensores de alarma». Sin embargo, querían optimizar el proceso de envasado, por lo que buscaban una medición continua. Al final, una empresa de ingeniería recomendó el instrumento de medición por radar guiado VEGAFLEX 81, un modelo muy apreciado en numerosos sectores por su fiabilidad y versatilidad. La gran ventaja del VEGAFLEX es su independencia de la temperatura, la presión y el vacío.
Aunque tampoco hay adherencias que puedan causar problemas al VEGAFLEX 81, ya que la tolva interior dispone de un sistema de autolimpieza. Sin embargo, el problema para muchos principios de medición es la espuma que se forma cuando el yogur pasa de la tolva al depósito. Un pequeño agitador en el fondo del depósito de yogur también puede provocar mediciones imprecisas. El VEGAFLEX 81 es particularmente insensible a la espuma y a las adherencias en la sonda. De modo que el instrumento de medición puede hacer frente a estas «interferencias» y proporcionar unos resultados de medición fiables, para que la planta de envasado funcione con toda seguridad.
Garantía de las condiciones higiénicas: uso en el parque de depósitos CIP
En otro de los puntos de medición se ha instalado un instrumento de medición de nivel radar sin contacto VEGAPULS 64. Los instrumentos se encuentran en dos depósitos de retorno CIP en la planta. Uno de los depósitos contiene agua y carbonato de sodio (3 % de NA2CO3) y, el otro, agua y un 3 % de ácido para garantizar la limpieza CIP. En los dos depósitos, el VEGAPULS 64 mide continuamente el nivel del producto utilizado para limpiar y esterilizar la planta. El gran desafío lo planteó la espuma que se genera con el carbonato de sodio y la circulación constante del líquido, un factor que también repercute en la medición de nivel.
Un factor clave para su éxito fue que La Fageda profesionalizó la producción y el marketing desde el principio.
La producción de La Fageda está sujeta a los mismos estándares de productividad y estrictos requisitos de higiene habituales en la industria alimentaria
Se habían instalado sensores capacitivos para detectar los niveles máximos y mínimos, y que ahora se siguen utilizando como «sensores de alarma». Sin embargo, querían optimizar el proceso de envasado, por lo que buscaban una medición continua
Aquí, la medición en los parques de depósitos para el producto de limpieza se beneficia de una focalización extremadamente alta y de la gran dinámica del instrumento de medición. El VEGAPULS 64 funciona con una alta frecuencia de 80 GHZ, por lo que mide de forma muy fiable e independiente de las sedimentaciones, la espuma, los elementos internos o los cambios de densidad. La antena
encapsulada rasante es la solución óptima para limpiar y no se ve afectada por las condiciones extremas de los procesos SIP y CIP, ni tampoco por las altas temperaturas ni los productos de limpieza corrosivos. Además, el sensor radar cumple fácilmente con los requisitos de higiene gracias a sus conexiones a proceso conforme a las normas 3A y FDA. Dado que el sistema de antena se ha integrado en la conexión a proceso, no sobresale ninguna antena en el depósito. También es posible medir lo más cerca posible de la conexión a proceso, lo que permite aprovechar mejor todo el volumen del depósito y ofrecer más flexibilidad.
Además, en este punto de medición no había anteriormente una medición de nivel continua, sino solo sensores capacitivos que informaban del nivel mínimo y máximo. Estos sensores seguirán utilizándose como sensores de alarma. Sin embargo, la empresa quería optimizar el flujo del proceso y apostar por una medición de nivel continua y moderna.
Las pruebas con el VEGAPULS 64 mostraron que el instrumento de medición no tenía ningún problema con la espuma producida por el carbonato de sodio. Por tanto, no hizo falta realizar más mediciones de prueba y confiaron en los datos de VEGA. Ahora, se pueden optimizar con éxito los tiempos de funcionamiento en la producción, gracias a la eliminación del tiempo de espera hasta vaciar el depósito. Antes de usar la medición de nivel continua, los empleados nunca sabían con exactitud la cantidad de producto de limpieza que quedaba en el depósito.
Antes de usar la medición de nivel continua, los empleados nunca sabían con exactitud la cantidad de producto de limpieza que quedaba en el depósito.