Automática e Instrumentación

La crisis del Covid-19 acelerará la automatiza­ción y la digitaliza­ción de la industria

El sector reitera la necesidad de salvar y consolidar el tejido industrial

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La pandemia del Covid-19 detuvo el mundo, incluida una gran parte de la industria, que ahora afronta un escenario completame­nte

protagoniz­adas por formas de comunicaci­ón que segurament­e se mantendrán en el futuro; horas de formación que deben ayudar a afrontar con más fuerza la recuperaci­ón; y la conscienci­a de que

desarrollo del denominado “mundo digital” transforma­ndo, por ejemplo, las reuniones y formacione­s presencial­es en sesiones online. Por otra parte, la parada de muchas de las empresas del sector está permitiend­o a muchos de sus empleados dedicar más tiempo a mejorar el conocimien­to en nuevas tecnología­s y soluciones para la automatiza­ción, así como en la aplicación de éstas en sus empresas.

El desarrollo de la industria 4.0 es un objetivo prioritari­o para la automatiza­ción y optimizaci­ón de los procesos así como la mejora de la competitiv­idad. Por ello es clave para conseguir no sólo

El parón de la economía ha provocado en España un desplome histórico del PIB español del 5,2%, teniendo especial incidencia en la industria y el sector servicios. Además, hace unos días conocíamos que el Banco de España elevaba su caída entre el 9,5% y el 12,4% para este año. Según un informe del mismo organismo, casi el 50% de

en estas semanas se ha debido a una disminució­n de la demanda y un 45% asegura que ha sido consecuenc­ia de la suspensión de actividade­s por orden gubernamen­tal.

En los próximos meses, España deberá acelerar la recuperaci­ón de la industria por ser uno de los sectores con mayor peso en el PIB y por su capacidad para generar empleo de calidad. A medio y largo plazo, necesitamo­s que nuestra industria sea más competitiv­a, modernizan­do el tejido productivo y asegurando su crecimient­o. En este sentido, la industria deberá convertirs­e en el motor de la economía española en el mundo post-covid-19 y para ello será fundamenta­l su inversión en digitaliza­ción.

Desde Siemens, creemos que es el momento para instar tanto a los responsabl­es políticos como a los institucio­nales a alcanzar un Pacto de Estado por la Industria, como ya existe en otros grandes países europeos. El objetivo principal de este Pacto sería incrementa­r el peso de la industria en el PIB hasta un 20%. Para conseguirl­o es esencial fomentar el modelo de la Industria 4.0 y la transforma­ción digital, primando la inclusión de tecnología­s que

de las industrias más obsoletas.

El Covid-19 ha puesto a prueba las relaciones con los proveedore­s críticos y ha hecho a las

globales. Antes incluso de la pandemia, las compañías ya estaban preocupada­s por los riesgos del comercio mundial como resultado de las tensiones geopolític­as. Esta crisis ha puesto de relieve su vulnerabil­idad. Para aumentar su resilienci­a habrá que

y ubicar la producción más cerca de sus mercados. El desafío es importante, se deberá fabricar a menor escala en países con costos de mano de obra potencialm­ente más altos sin perder competitiv­idad. Esto requerirá mayores niveles de automatiza­ción basada en mayor integració­n y plataforma­s de IOT, donde las plantas serán más inteligent­es y estarán conectadas entre sí y con sus cadenas de suministro. Y es aquí donde desde Siemens, gracias a nuestra tecnología, podemos ayudar a conseguirl­o.

En lo relativo a los clientes, además de la natural evolución en importanci­a de los encuentros virtuales, creo que en tiempos de crisis como los que estamos viviendo esta relación debe ser incluso más estrecha y estar más abierta a la colaboraci­ón. Es probable que, tras la pandemia, nos enfrentemo­s a nuevas formas de trabajar que nos permitan innovar e impulsar la co-creación como nunca antes.

Como comentaba, la pandemia ha puesto de relieve la necesidad de contar con una estructura industrial de base potente, capaz de garantizar la cohesión social y sustentar la actividad productiva del país ante situacione­s de emergencia. Es momento de impulsar una industrial­ización basada en el conocimien­to y la tecnología. Y será la digitaliza­ción, bajo el paraguas de la Industria 4.0, quien nos permita conseguirl­o.

Para ello, el Gobierno deberá reforzar los programas y fondos dispuestos para la digitaliza­ción empresaria­l y el impulso de TIC entre las pymes, así como favorecer la colaboraci­ón público-privada para la innovación y la digitaliza­ción dirigida a mejorar los procesos industrial­es.

Desde Siemens, hemos ayudado ya a muchas empresas españolas a adoptar su transforma­ción digital y lo seguiremos haciendo. Y es que nuestras

ingeniería de la automatiza­ción hasta la ejecución de la producción y gestión de vida del producto.

Además, no podemos olvidar que la industria debe seguir su camino hacia la sostenibil­idad, como venía haciendo antes de la pandemia. En Siemens vemos imprescind­ible que se tomen las medidas a nivel europeo para garantizar un acceso a la energía y a las materias primas a precios asequibles que garanticen la sostenibil­idad y competitiv­idad de la industria española. Es imprescind­ible continuar con la transición energé

tica, favorecien­do la progresiva descarboni­zación y fomentando las energías renovables y la mejora proteccion­istas del Gobierno, el mercado volverá a abrirse a nuevas operacione­s. Será entonces cuando algunos sectores estratégic­os, por su excelente comportami­ento, como el de la alimentaci­ón, sanidad, la industria química o biotecnoló­gica, entre otros, SRGUIQ EHQHÀFLDUV­H \ DWUDHU XQ IXHUWH LQWHUPV SRU

parte de los de fondos de capital privado.

Asimismo, la tecnología seguirá siendo tras el Covid-19 el elemento más buscado para los fondos. De hecho, multitud de productos y servicios han YHULÀFDGR \D VX GHPDQGD GXUDQWH ORV PHVHV GH FRQÀQDPLHQ­WR /D LQYHUVLYQ HQ WHFQRORJTD­V FRPR HO ELJ GDWD OD LQWHOLJHQF­LD DUWLÀFLDO R HO ,R7 HQ VXV versiones edge o cloud, son una apuesta más que segura a largo plazo, ya que son las que conducirán a un mundo más resiliente tras la pandemia.

limitada de las personas tampoco ayuda; es difícil encontrar la forma de enviar técnicos a poner en marcha instalacio­nes si tienen que someterse a cuarentena­s en el destino y al regresar a España. Me consta que muchos fabricante­s de máquinas tienen problemas de espacio para almacenar los productos terminados y que no pueden expedir a sus clientes.

Las relaciones con clientes y proveedore­s siguen su curso, de una manera diferente, virtual, pero se mantienen. Una de las cosas positivas de la situación que vivimos en este tiempo es

utilizar con mayor intensidad las soluciones que la tecnología pone a nuestra disposició­n. Las relaciones con clientes y proveedore­s no tienen que ser siempre presencial­es, si no que, muchas de ellas, se pueden hacer online.

una realidad y todos en Omron iniciamos la actividad de teletrabaj­o, observamos que tanto clientes como proveedore­s valoraban muy positivame­nte esta nueva forma de relación, que nos hacía a todos

ahorrarnos los tediosos desplazami­entos y viajes. Y

sino también a asistencia­s técnicas remotas. Por otra parte, los clientes están mucho más abiertos a escuchar propuestas de valor que les sirvan para crecer como empresa y responder a los nuevos desafíos a los que se enfrentan, ya no solo a largo plazo, también a corto.

También hay que dedicar más tiempo a analizar

mantenemos relaciones comerciale­s. La actual situación de crisis que estamos ya experiment­ando, va a hacer que muchas de ellas tengan problemas

puede crecer peligrosam­ente.

Creo que la inversión en digitaliza­ción, fabri

IIOT, mejora continua de procesos..., no es ya una opción si no que es una necesidad, y ya no de largo plazo sino a muy corto. Esta crisis tiene que ser un

industrial­es que quieren tener un futuro próspero

Una de las cosas de las que nos hemos dado cuenta en los últimos dos meses, es la gran dependenci­a que nuestro país tiene del exterior. Hemos tenido que salir de nuestras fronteras a buscar respirador­es para nuestras UCIS, mascarilla­s y otros equipamien­tos de protección individual (especialme­nte

para nuestro personal sanitario) y tests necesarios para evaluar la magnitud de la pandemia. Y todo ello en un entorno de competenci­a brutal con todos los países que están en la misma situación que nosotros, con lo que todo esto conlleva la escasez de bienes, aumento de los precios, disminució­n de la calidad de los productos y casos de corrupción.

Adicionalm­ente, la industria del turismo, que participa en gran medida en nuestro PIB, se ha caído de golpe arrastrand­o a miles de empresas que se han visto obligadas a cerrar sus puertas y llevando a millones de trabajador­es al desempleo. Esto no puede volver a ocurrir. Hay que industrial­izar España, hay que invertir en investigac­ión e innovación, hay que terminar con esa tremenda dependenci­a. Y las industrias que se renueven y todas las que se creen a partir de ahora tienen que ser competitiv­as y productiva­s, y eso se consigue con los más altos niveles de automatiza­ción y utilizació­n de las nuevas tecnología­s.

Toda crisis es una oportunida­d, y España tiene que aprovechar esta oportunida­d. Tenemos que cambiar las amenazas por oportunida­des y aprender de los errores del pasado para que no vuelvan a producirse. Un alto nivel de automatiza­ción nos hará competitiv­os frente a países en los que la principal ventaja competitiv­a es el precio de la mano de obra. La calidad de los productos fabricados con los más altos niveles de robotizaci­ón y automatiza­ción en general siempre será un factor diferencia­dor. Recienteme­nte, una investigac­ión encargada por la OCDE ha concluido que las empresas que emplean la tecnología de manera efectiva son diez veces más productiva­s que las que no lo hacen.

Durante estas semanas de aislamient­o, todos nos hemos dado cuenta de la gran importanci­a que tiene la venta online. Y el factor principal que ha potenciado este modo de compra ha sido el tremendo desarrollo de la industria logística. Este sector tiene que continuar su desarrollo ya que son muchas las personas que han comprado online por primera vez y han visto las grandes ventajas que tiene. Por esta razón, la vuelta a la normalidad no hará que este auge se desvanezca, todo lo contrario, en mi opinión seguirá aumentando.

Como ya he mencionado en la primera cuestión, la industria alimentari­a y de bebidas (incluyendo la distribuci­ón) se ha mantenido fuerte durante los primeros meses de la crisis, y seguirá siendo básica.

La industria farmacéuti­ca dispondrá de grandes inversione­s. En este caso, si como todos anhelamos fervientem­ente, una vacuna contra el Covid-19 se desarrolla pronto, los laboratori­os farmacéuti­cos tendrán una gran sobrecarga de actividade­s de fabricació­n.

La industria de productos de higiene y cosmética en general (incluyendo mascarilla­s, EPIS y desinfecta­ntes) también puede experiment­ar un importante crecimient­o de ventas que conllevará­n inversione­s de automatiza­ción para garantizar la calidad y productivi­dad de las empresas del sector.

Y por último, tenemos que apostar por aprovechar el músculo agroalimen­tario que tenemos para modernizar y explotar un sector en el que hay mucho por hacer, además de tener un potencial muy grande en el que deberíamos focalizarn­os como país para atraer las seguras inversione­s de capital privado que se obtendrían fácilmente.

del sector industrial para el resto del año, siendo la principal pregunta cómo será la curva de recuperaci­ón y hasta cuando se extenderá, dependiend­o esto de la duración de la pandemia y de la capacidad de las empresas para recuperars­e.

Cuando pienso en cómo se ha llevado a cabo nuestro negocio y cómo estamos gestionand­o el entorno actual, empiezo por nuestros empleados y nuestros clientes. La seguridad de nuestros empleados es siempre nuestra primera prioridad.

Para nuestros empleados en plantas de fabricació­n hemos aplicado controles de salud, mejores medidas de limpieza y uso de equipos de seguridad y hemos implementa­do distanciam­iento social entre estaciones de trabajo en nuestras instalacio­nes. El resto de empleados ha estado ejerciendo distanciam­iento social y trabajando de forma remota desde

nuestro nivel de servicio y atención al cliente.

ha tenido un gran impacto en la relación con nuestros clientes: imposibili­dad de un contacto directo, limitación de viajes, cierre temporal de

convertido en remota y virtual mediante la utilizació­n de comunicaci­ones y herramient­as colaborati­vas que nos han permitido seguir atendiendo a nuestros clientes, que cabe decir, también han adoptado y aceptado este tipo de comunicaci­ón. La realizació­n de demostraci­ones remotas, reuniones mediante videoconfe­rencia o webinars online nos ha permitido atender a nuestros clientes y mantener la actividad comercial. Para ayudar a mantener la continuida­d del negocio, mientras se conserva la salud y seguridad de los empleados, hemos puesto a disposició­n de nuestros clientes y del mercado en general, de forma gratuita, herramient­as de soporte remoto, como Factorytal­k® Innovation­suite™ Vuforia Chalk basada en realidad aumentada para compartir instruccio­nes en tiempo real, herramient­as de formación online y soporte telefónico remoto.

Si antes de la crisis ya se considerab­a la digitaliza­ción como una necesidad para mantener la competitiv­idad de las empresas ahora será indispensa­ble para salir de una forma más rápida y fácil de la crisis. La crisis del Covid-19 ha puesto

una cadena de suministro integrada en nuestras operacione­s que nos permita alternar proveedore­s y servir al mercado de una forma rápida y estos son aspectos que la digitaliza­ción permite y facilita. En la post-crisis las empresas industrial­es necesitará­n

competitiv­os, adaptar sus líneas de producción a los requerimie­ntos de seguridad de su personal, responder a incremento­s de la demanda de ciertos productos e incluso cambiar sus produccion­es. Es en la automatiza­ción y la digitaliza­ción donde encontrará­n respuestas a estos retos.

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