¿Es necesario reindustrializar España?
En estos momentos que corren, una de las preguntas más recurrentes es si es necesario reindustrializar nuestro país. Una cuestión que desde Automática e Instrumentación también hemos trasladado al panel de expertos. Y, en este sentido,
Andreu Puñet, director general de AOP,
afirma rotundo: “Sí, sin ninguna duda, tanto para tener un papel clave en la transición energética como para continuar siendo competitivos en el mercado. La industria es primordial para el desarrollo económico, la generación de empleo de calidad en España y la innovación y los datos lo avalan: representa el 50 % del PIB, crea 2,9 millones de empleos directos, indirectos e inducidos y ha invertido 50.000 millones en los últimos años”. En su opinión, la lucha contra el cambio climático y la reciente crisis sanitaria han puesto de manifiesto la necesidad de que la industria, como motor de progreso y generadora de productos esenciales, se ponga al servicio de lo que demanda la sociedad y adopte medidas para garantizar la sostenibilidad, lo que incrementará la demanda y la competitividad.
“Reindustrializar España no solo es necesario si no que es el único camino para una recuperación firme tras esta crisis y para definir un modelo productivo de futuro”, añade en este mismo sentido José Miguel Guerrero, Presidente de Confemetal, “la Industria es la única base sólida para una economía competitiva capaz de sostener un estado del bienestar como el que exige la sociedad española, responder a los retos globales de sostenibilidad y asegurar la protección medioambiental”.
Para Cristina González, directora de Estrategia, y Advocacy e Innovación de Feique, “España es un claro ejemplo de pérdida progresiva de músculo industrial que no nos podemos permitir”. Según los datos de esta federación, si el peso sobre el PIB era del 20% hace 25 años, ahora mismo se sitúa en el 16%. “Sin embargo, la industria ha demostrado históricamente, pero ahora quizás más que nunca, ser una fuerza tractora de la economía, con potencial real de generar a su alrededor un tejido productivo sólido y de mayor valor añadido que el sector servicios y capaz de dinamizar la I+D+I; pero, sobre todo, la industria tiene una capacidad de crear riqueza y empleo de alta calidad salarial, formativa y de estabilidad”, considera González. Y añade: “Prueba de ello, es que los países con una industria más consolidada son casi siempre los que mejor afrontan las crisis, sean de la índole que sean. Y lo estamos comprobando en ésta que nos ha tocado vivir con la COVID-19, los países industrialmente más avanzados son los que están sufriendo menos en el plano económico y están mostrando mayor resiliencia en tiempos complicados”.
Desde Unesid, su director general, Andrés Barceló, considera que es evidente que la participación de la industria en la economía nacional ha disminuido en los últimos años, (ello ya sin tener en cuenta el efecto de la pandemia COVID-19). Según su criterio, la actividad industrial, y en particular la de la industria básica, tiene algunas características específicas que consideramos muy positivas para la sociedad española: empleos de mucha calidad con contratos indefinidos, formación continuada a lo largo de la vida laboral y posibilidad de desarrollar una carrera profesional en la industria. Y, en la línea de Feique, Barceló también opina que “existe consenso en que un país con una fuerte componente industrial está mejor preparado para soportar las adversidades económicas que otro cuya economía se base mayoritariamente en servicios de medio y bajo valor añadido”.