Del impacto de la COVID-19 y cómo afrontarlo
Como no podía ser de otra manera, la crisis sanitaria se ha dejado notar en las cifras de negocio de los sectores que conforman la industria pesada. Así, según los datos que manejan desde Confemetal, hasta mayo, último mes con cifras consolidadas, la producción industrial de metal cayó un 22,4%, cuando en el mismo periodo del año pasado crecía un 1%. De la misma manera, la facturación de esta industria registraba en los cinco primeros meses del año un retroceso del 22,1% frente al avance del 2% en el mismo periodo del año. Unos datos nada alentadores con un futuro bastante incierto si atendemos a las declaraciones de
José Miguel Guerrero, Presidente de esta confederación,
quien considera que “es imposible prever cómo será la salida de esta crisis y sus plazos. El actual grado de incertidumbre no permite hacer previsiones realistas”. Según su criterio, todo va a depender de cómo evolucione la propia pandemia y, sobre todo, de las medidas adicionales que se apliquen para restablecer la normalidad e impulsar la competitividad de las empresas a medida que se vaya retomando la actividad y se estabilice el nuevo contexto económico. “La actividad económica, como toda la actividad humana, se basa en la confianza y la seguridad y, hoy por hoy, no tenemos niveles suficientes ni de una ni de otra”, concluye.
“El cierre de la economía española en el mes de abril y la lentísima recuperación ha ocasionado una brusca caída en la demanda de los sectores consumidores de acero que ha impactado en todas las líneas de producción y negocio”, lamenta también Andrés Barceló,
director general de Unesid,
quien también reconoce que, con estos antecedentes, “la situación de las empresas siderúrgicas españolas no es buena, aunque mantienen su optimismo de cara a una recuperación en el segundo trimestre de 2021”.
Más optimistas son en AOP, al ser considerado como esencial al sector que representa.
Andreu Puñet, director general de esta asociación,
explica que “el compromiso de un servicio esencial como es el sector del refino con la sociedad española no ha sido sólo durante los meses más duros de la crisis, sino que se mantiene a largo plazo. La pandemia ha servido para demostrar que el sector tiene la capacidad de adaptarse a las circunstancias gracias a las inversiones hechas en el pasado. Continuar en esta línea de inversiones en nuevas tecnologías es nuestro objetivo de cara a la recuperación económica”.
En situación similar se encuentra la industria química, cuyo papel ha sido estratégico en esta crisis. Prueba de ello, es que fue declarado como sector esencial desde el inicio de la alerta sanitaria, por lo que se ha desenvuelto con solvencia y el impacto negativo de esta profunda crisis se ha hecho sentir en menor medida que en otras ramas productivas. Así lo explican desde Feique, quienes también reconocen que la industria química “se ha visto afectada por el desplome de dos de sus principales sectores demandantes como son la automoción y la construcción, aunque también ha logrado mantener el 95% de la actividad productiva habitual, incluso en los mayores momentos de endurecimiento de las condiciones”.