Escalada de potencia
El próximo Audi RS6 prefiero que tenga 200 kg menos y conserve la misma potencia. Sus prestaciones serían escandalosas
Este mes nadie podrá decir que no tenemos coches suficientemente potentes. 560 CV es lo que anuncian nuestros dos protagonistas: Audi RS6 y Porsche 911 Turbo. Una cifra que puede parecer escandalosa, pero que, según en qué contexto nos movamos, puede ser incluso «normal». Lo cierto es que cuando escribía la prueba del familiar de Audi, recordé la prueba que escribí de ese mismo modelo pero en su primera generación, allá por 2002. Y en ella hacía una reflexión que me inquietaba: «¡A dónde vamos a llegar!» Con ella quería generar el debate de si una berlina grande como aquel RS6 tenía un razonamiento lógico para ofrecer 450 CV. En aquel momento tantos caballos me parecieron una barbaridad y, lo que es peor, daba la sensación de que todas las marcas querían entrar en la guerra de la potencia. En la guerra del «y yo más». Llegó un momento que parecía preocupante la tendencia. Cada modelo más o menos deportivo que se lanzaba, su ficha técnica nos sorprendía con incrementos exponenciales de su potencia. No parecía tener fin esta carrera sin sentido. Hasta que ha llegado la conciencia ecológica a las marcas de coches que ha provocado una reducción en los consumos, las emisiones y un frenazo en los incrementos de las potencias. Siguen subiendo generación a generación, pero cada vez de forma más suave y razonable. Y es que llega un momento que pasar de los 500 CV resulta difícil de apreciar. Creo que tiene más sentido comenzar la batalla de la reducción del peso. Es un parámetro determinante para la deportividad y me parece necesario de cara a futuras propuestas. El próximo Audi RS6 prefiero que tenga 200 kg menos y conserve la misma potencia. Sus prestaciones serían escandalosas. Hasta que ese momento llegue, disfrutemos de esta generación que probamos en este número y nos ha puesto los pelos de punta.