Valor en alza
Los coches clásicos han sido desde siempre una buena inversión. Como todo, ha tenido sus altibajos pero, en general, invertir en piezas de colección ha sido una buena operación financiera durante muchos años. En ocasiones, se ha convertido en una buena forma de evadir al fisco, poco acostumbrado durante tiempo atrás a valorar este tipo de vehículos, si bien es verdad que las cosas han cambiado mucho en los últimos tiempos.
Curiosamente la crisis económica no ha supuesto un problema demasiado importante para el valor de los vehículos clásicos, estos han mantenido su valor y con la vuelta a la senda del crecimiento, su cotización está subiendo como la espuma para sorpresa de los aficionados. En un momento en el que la bolsa no es demasiado rentable, que invertir en valores inmobiliarios no da demasiada confianza y con el precio del dinero en mínimos, las piezas de colección y obras de arte están cotizando al alza.
No deja de resultar sorprendente que modelos de marcas como Porsche, Ferrari o Aston Martin, hayan multiplicado su valor en los últimos cuatro años de manera exponencial. Ejemplos hay muchos, pero uno de los más llamativos es el del Porsche 911 RS de 1973, un deportivo que hace cuatro o cinco años apenas llegaba a los 70.000 € y que ahora puede superar holgadamente los 600.000 €. Evidentemente no ocurre lo mismo con todos los clásicos, pero lo que sí es cierto es que los coches más valiosos e interesantes, están aumentando su cotización de forma increíble. Explicaciones hay muchas y no sólo tienen que ver la falta de rentabilidad de las inversiones tradicionales en bolsa o inmobiliaria. También hay que tener en cuenta la llegada de nuevos países que se han abierto al mercado de los clásicos. Me estoy refiriendo a Rusia o China, por citar algunos ejemplos, mercados en los que hasta la fecha no había afición por el coche clásico. No es de extrañar que sean ya varios los profesionales del vehículo clásico que han abierto sucursales en China y en otros mercados emergentes, en busca de clientes con mucho dinero para gastar y dispuestos a dejarse seducir por los más exquisitos artículos de lujo del Viejo Continente.
Son muchos los que están ganando dinero con el coche clásico, pero desgraciadamente esto no beneficia demasiado a los verdaderos aficionados. Además, conviene tener en cuenta que esto va en detrimento del patrimonio nacional, son muchas las piezas de colección que han salido del país y todo parece indicar que esto no ha hecho más que empezar.