Deportividad española

GTA SPANO

Uno de los coches más espectaculares del Salón de Ginebra tenía sabor español por los cuatro costados: el GTA Spano. Hace ya unos cuantos años que esta marca lleva construyendo deportivos de alta gama que no tienen nada que envidiar a modelos carismáticos firmados por Ferrari o Lamborghini. En esta nueva edición del GTA Spano, la firma valenciana pone novedades muy interesantes y con tecnología de última hornada. El motor dice adiós al de la anterior generación —el que montaba el Viper de 8,4 litros de cilindrada— y recibe una nueva mecánica con 8 litros de cilindrada, también V10 y con tecnología Twin Turbo. Este motor ofrece, de serie, una potencia máxima de 925 CV a 6.300 rpm y un par de 124,5 mkg, aunque está preparado para alcanzar los 1.500 CV con lo que se convierte

68 en el coche de fabricación más potente del mundo ya que el Veyron se «conforma» con los 1.001 CV. El GTA Spano cuenta, además, con un regulador de potencia que, a voluntad de su propietario puede limitar la entrega de caballería desde los 450 CV hasta el máximo. Unido a este motor se encuentra una caja de cambios automática de siete relaciones con mandos tras el volante. Sus prestaciones están a la altura de lo que su aspecto y ADN indica: 2,9 segundos en el 0 a 100 km/h y 370 km/h de velocidad máxima.

La estructura monocasco está realizada con mezcla de fibra de carbono, titanio, kevlar y, lo más novedoso, grafeno, un material súperligero pero muy resistente. Con esta mezcla se consigue que la estructura sólo pese 80 kg, consiguiendo un peso total del coche de 1.350 kg. El grafeno también es el material con el que se construye la batería lo que hace que su peso pase de los 22 kg de una batería de 90 voltios convencional o los 8 kg de una de última generación, a los 2 kg que pesa la del GTA Spano.

Sus suspensiones son de doble triángulo en ambos ejes con múltiple regulación y cuenta con regulación automática de la suspensión con capacidad para elevar el coche hasta 8 cm para no rozar el spoiler delantero en lugares como, por ejemplo, los garajes o los badenes. El equipo de frenos cuenta con pinzas de 6 pistones y discos carbonocerámicos de 380 mm de Ø con lo que se garantiza una buena capacidad de detención y, sobre todo, una destacable resistencia al duro trabajo que, a buen seguro, le darán sus afortunados propietarios.