Automovil

Los últimos samurais

EN LOS AÑOS NOVENTA UNA AVALANCHA DE DEPORTIVOS JAPONESES puso en jaque al dominio que la industria europea ejercía en esta categoría. Los deportivos que protagoniz­an estas páginas se han convertido en objetos de culto, verdaderas piezas de colección para

- TEXTO: Juan Collín. FOTOS: MPIB

En nuestro mercado son coches muy poco conocidos. Del Mazda RX7 apenas se vendieron unas cuantas unidades, algo parecido ocurrió con el Toyota Supra Biturbo, mientras que el Nissan Skyline GT-R 2.6 R34 no se pudo comerciali­zar en nuestro mercado, entre otras cosas porque únicamente se construía con volante a la derecha. Si llegó alguna unidad, fue por cuenta de algún importador paralelo, aunque este modelo consiguió un notable protagonis­mo entre los aficionado­s. No conviene olvidar que el piloto Luis Perez Sala lo empleó con gran éxito en el Campeonato de Turismos.

Por aquel entonces trabajaba ya en AUTOMOVIL y tuve la suerte de conducir en varias ocasiones tanto el Toyota Supra Biturbo, como sobre todo el Mazda RX7, mientras que el Nissan Skyline hubo que conformars­e con una ligera toma de contacto.

Con estas tres creaciones, la industria japonesa se permitió el lujo de plantar cara a los Ferrari 348 TB, Lotus Esprit Turbo, Renault Alpine A610, también los Porsche 968 y 911 Carrera 2, sin olvidar otras creaciones japonesas como el Honda NSX, Mitsubishi 300 GT y Nissan 300 ZX. Dice el refrán que cualquier tiempo pasado fue mejor y desde luego en este caso, no nos cabe ninguna duda.

De nuestros tres protagonis­tas, el Mazda RX-7 es quizás del modelo que más oferta podemos encontrar en nuestro mercado, si bien es verdad que en otros países como Alemania o Bélgica son muchas más las unidades disponible­s. De todas formas, es muy complicado encontrar un coche en estado original, la mayoría están tuneados o modificado­s. Especialme­nte importante en este modelo es que el motor Wankel de dos rotores se encuentre en buenas condicione­s. Es muy habitual que a la larga este tipo de mecánicas sufran desgastes y las reparacion­es, además de no ser fáciles, tampoco son nada baratas; difícilmen­te bajan de los 6.000 €. De todas formas, en el mundo son muchos los especialis­tas que reparan y mejoran las prestacion­es de unos motores que, bien mantenidos, pueden supera los 200.000 km sin ningún tipo de problemas. Los precios en el mercado de segunda mano no están precisamen­te baratos; se ha convertido en un coche de colección y encontrar una unidad en buen estado con las especifica­ciones de serie y menos de 100.000 km en el marcador, es difícil por menos de 20.000 €. Existen coches más baratos, sobre todo en Bélgica o Alemania, pero es mejor gastar un poco más y comprar una buena unidad; a la larga sale más barato.

Todavía recuerdo el día que llegó a la redacción el Toyota Supra Biturbo. Era un coche impresiona­nte por su aspecto, también sorprendía por su elevada carga tecnológic­a, pero lo más impresiona­nte del Supra era el elevadísim­o nivel prestacion­al, sin olvidar la sensacione­s que ofrecía a los mandos. Desgraciad­amente no tuvo apenas difusión en nuestro país, tan

sólo se vendieron 22 unidades todas con cambio manual de seis marchas y algo parecido ocurría en el resto de Europa, por lo que no es de extrañar que en la actualidad la oferta sea muy limitada. En Estados Unidos sí que fue muy popular, pero la mayoría eran con cambio automático de cuatro marchas, tampoco contaban con el spoiler delantero activo, ni el radiador para el aceite del diferencia­l Torsen y el motor estaba también algo descafeina­do. Además, al haberse convertido en un coche de culto, que buscan y veneran los aficionado­s, las unidades que hay a la venta son caras, sobre todo si se mantienen en estado original, lo que por otra parte no es fácil. En este caso lo normal es tener que desembolsa­r entre 20 y 25.000 euros por un coche en buenas condicione­s. Afortunada­mente aunque tenga bastantes kilómetros en el marcador, es raro que la mecánica se encuentre desfalleci­da. Es un coche muy bien construido, en el que todos los componente­s mecánicos están muy sobredimen­sionados; bien mantenido puede superar ampliament­e el cuarto de millón de kilómetros sin precisar reparacion­es importante­s.

El menos conocido del lote es lógicament­e el Nissan Skyline GT-R 2.6 R34. Al fabricarse únicamente con volante a la derecha, en Europa únicamente se vendió en Inglaterra, donde también fue un coche marginal. Se trata asimismo de un modelo muy buscado por los aficionado­s, dado su talante marcadamen­te deportivo y las sensacione­s que este modelo es capaz de transmitir a los mandos. Como se puede imaginar, son muchos los coches transforma­dos y potenciado­s, entre otras cosas porque se trata de un modelo muy buscado para las competicio­nes de drift. Los precios son algo más ajustados que los de sus rivales y por aproximada­mente 15.000 € en el mercado europeo se pueden encontrar unidades en aparente buen estado.

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Durante los años 90 la industria nipona ofrecía muchas posibilida­des de elección entre los deportivos de altos vuelos.
OFENSIVA NIPONA. Durante los años 90 la industria nipona ofrecía muchas posibilida­des de elección entre los deportivos de altos vuelos.

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