Automovil

Velocirapt­or

ES UN TÍTULO DEMASIADO OBVIO, pero nunca un nombre a un coche le hizo tanta justicia: Grande, fuerte y rápido. Un monstruo gigantesco que enamora tanto, como impone respeto. Su elemento natural es el campo, pero puede moverse por carretera con gran dinami

- TEXTO: Juan Ignacio Eguiara. FOTOS: Gardyn

«Menos mal que tengo el carnet de camión», pensé para mí mismo cuando recogí el Ford F150 Raptor. No sabía muy bien de qué coche se trataba. Evidenteme­nte sabía que era una pick-up americana, como una de tantas que había visto en mis innumerabl­es viajes al Salón de Detroit, pero nunca me imaginé lo que me iba a encontrar. Hasta ese momento no había visto una pick-up tan grande como esta versión Raptor. Al montarte necesitas estribo y vas sentado a la misma altura que un camión. Par maniobrar dispone de cámaras de 360º para facilitar las maniobras. ¡Menos mal!

Todo está sobredimen­sionado en el Raptor y hace que una F150 normal parezca un utilitario. El motor que equipa es un V6 de 3,5 litros biturbo que ofrece 450 CV. Desde luego necesitas todos esos caballos para mover los 2.600 kg oficiales que anuncia (que en la realidad creo que son más). Aunque lo realmente necesario es par motor. En este caso como es un gasolina biturbo no tiene tanto como te esperar de un motor de camión diesel, pero hay que reconocer que es más que suficiente. Además contamos con una caja de cambios automática de 10 relaciones con posibilida­d de engranar reductoras en posición 4x4. Porque el Raptor tiene modos de funcionami­ento 4x2, 4x4 automático, 4x4 con bloqueo y 4x4 cortas.

Una vez te acomodas tras el volante divisas la carretera desde tu atalaya. La altura de un camión, pero con las sensacione­s de un deportivo. La verdad es que cuenta con una cabina muy bien rematada, como los mejores modelos de Ford. Hay que acostumbra­rse a las dimensione­s para no golpear con nada, ya que es 5,6 metros de largo y 2,5 de ancho. Por eso hay que estar constantem­ente ayudándote de las cámaras que hay por todo el perímetro del coche. Desde luego no te quejarás de espacio dentro del habitáculo, sobre todo de anchura. No así tanto detrás, porque al ser una cabina doble los pasajeros traseros no disponen de excesivo espacio para las piernas. Pero hay que decir que sí que pueden ir relativame­nte confortabl­es. Y es que estos pick-up con su eje rígido detrás, son una tortura por su suspensión con efecto rebote. Pero este no es el caso. Lo más elaborado del Raptor son sus suspension­es. Monta unos amortiguad­ores dobles Fox Racing Shox que, junto a los neumáticos de llanta 17 y medida 313/70, tienen un efecto de absorción como pocas veces he visto. Me ha recordado mucho a los mejores coches todo terreno de competició­n que participan en el Dakar. Tienes esa misma sensación. Mucho recorrido y un filtrado total. Te atreves a pasar por encima de zangas y baches a fondo, y dentro del habitáculo no te resientes de nada. La verdad es que su terreno natural es el campo y cuanto más roto mejor. El asfalto no le sienta tan bien porque es muy pesado y las inercias son tremendas. Por eso hay que tener mucho cuidado porque el coche puede llegar a correr bastante ya que el motor ofrece 450 CV. Como he dicho antes cuenta con buen par a medio régimen, pero también puede subir de vueltas hasta por encima de las 6.000 rpm. La verdad es que es una sensación peculiar acelerar como en un deportivo pero montado en una atalaya. Pero el drama viene a la hora de frenar o tomar una curva rápido. Las frenadas son peculiares, con tendencia al bloqueo a pesar del ABS, y en curva la deriva es inmensa. Por eso se puede decir que un Raptor va mejor en el campo que en el asfalto. En nuestra pista de pruebas hizo un tiempo mediocre, como no podía ser de otra manera, pero llegué a pensar que si ese mismo circuito lo hiciésemos completame­nte en tierra, seguro que no hacía mucho peor tiempo.

De todas formas lo que me pareció más lento a la hora de conseguir prestacion­es fue el cambio. Es automático y tienen 10 marchas que se pueden manejar con levas en el volante si se quiere. Pero hay que reconocer que los saltos de marchas, sobre todo hacia abajo, son un poco lentos. Hacia arriba, sobre todo tirando de vueltas el motor, los cambios son rápidos. Además emite un sonido deportivo que deja a todo el mundo que presencia la escena estupefact­o. La prueba es que lleva dos tubos de escape en la trasera por donde emite un espectácul­o de sonidos guturales.

Y para finalizar os contaré lo que gasta. Es la pregunta que todo el mundo me hizo cuando me vio con el coche. A velocidade­s legales, te aprovechas de las 10 marchas y puedes conseguir gastar «solo» 20 l/100 km. Pero en cuanto le pisas más de la cuenta los consumos suben a los 40-50 l/100 km. Hay que tener en cuenta que es un coche pensado para el mercado americano y allí el precio de la gasolina es más barato. Aunque el principal motivo para no comerciali­zarlo de momento en Europa es su enorme tamaño. Sin embargo se lo están pensando los responsabl­es de la marca en Michigan. Se habla de que podría costar unos 80.000 euros, lo cual sería un precio estupendo para disfrutar del más genuino espíritu americano.

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 ??  ?? El Raptor no se anda por las ramas en ningún aspecto. Pesa mucho, eso sí, pero el motor de gasolina es propio de un superdepor­tivo por lo que puede acelerar como un misil.
El Raptor no se anda por las ramas en ningún aspecto. Pesa mucho, eso sí, pero el motor de gasolina es propio de un superdepor­tivo por lo que puede acelerar como un misil.
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