Familia GT
Cuando ves la palabra GT sobre cualquier coche parece que ya «mola» más. Ya hemos hablado otras veces de estas siglas en algún que otro editorial y no me quiero repetir, pero creo que en este número tenemos dos representantes que hacen honor a dos letras que, como el propio automóvil, han ido evolucionando con el tiempo. En un origen estas siglas las empezaron a utilizar en Italia después de la II Guerra Mundial sobre coches de cuatro plazas tipo 2+2 con un motor delantero y altas prestaciones. Son el acrónimo de Gran Turismo y en el sentido estricto de la definición habría que aplicarlos a este tipo de configuración de coches. Pero con el tiempo estas letras se emplearon en la competición para los deportivos de serie que corrían carreras, a menudo de resistencia. De ahí que las marcas hayan adoptado estas siglas para modelos que no cumplían con el concepto originad de 2+2 y motor delantero. Ahora las encontramos en todo tipo de coches, desde pequeños coupés de dos plazas hasta superdeportivos de motor central o trasero. De hecho Porsche es una de las marcas que más han defendido estas siglas y encontramos desde hace unos años que sus versiones más emblemáticas de la familia 911 llevan la palabra GT.
En este número probamos los dos GT más fascinantes que tiene Porsche en su portfolio. El 911 GT2 RS ya se ha convertido en leyenda nada más nacer por el increíble récord logrado en Nurburgring. Juan Collin lo ha probado en el circuito de Portimao y todavía no se le ha ido la cara de satisfacción. No es para menos, porque es el coche de calle más rápido en pista que uno puede comprar ahora mismo. Pero sin llegar a esos extremos, el 911 GT3 cumple de sobra el espíritu GT y las aspiraciones como piloto de cualquiera de nosotros. Me ha gustado tanto que he vuelto a reivindicar la vuelta de los atmosféricos a los 911. Todos los turbos de ahora son una maravilla y entiendo su proliferación en el mercado, pero por lo menos que nos sigan dejando siempre una puerta abierta a los atmosféricos y, por qué no, a los cambios manuales. Nuestra unidad era PDK y me he quedado con las ganas de probar una caja manual…, pero todo llegará.
El 911 GT3 cumple de sobra el espíritu GT y las aspiraciones como piloto de cualquiera de nosotros