Nace una nueva marca
Siempre es una buena noticia el nacimiento de una nueva marca. En este caso es fruto de una estrategia comercial que comenzó por parte de Volvo con la compra del preparador sueco Polestar. Este especialista en hacer coches de carreras era el partner ideal para gestar una nueva división de deportivos en el seno de Volvo, al estilo de quattro en Audi, M en BMW o AMG en Mercedes. De hecho no hace mucho tiempo probamos en AUTOMOVIL un S60 Polestar y ya le augurábamos un gran futuro. Pues bien, ese solo era el primer paso de una senda estratégica que ha llevado a la firma sueca a presentar a Polestar como marca independiente y con una gama de superdeportivos híbridos y enchufables. Comenzarán por tres modelos que de momento no se han estrujado el cerebro para denominarlos: se llamarán Polestar 1, Polestar 2 y Polestar 3.
El Polestar 1 llegará en 2019 y es un GT en configuración 2+2 plazas con 4,5 metros de longitud y 600 CV -1.000 Nm de par) fruto de combinar un motor de combustión que empuja el eje delantero y dos motores eléctricos independientes para cada rueda del eje trasero donde entregan 218 CV. Puede hacer solo en eléctrico hasta 150 km. Una solución que genera finalmente una especia de tracción total. El Polestar 1 se beneficia de la plataforma escalable SPA de Volvo, aunque en este caso, y frente a un Volvo S90, el coche es un 50 por ciento diferente estructuralmente. Es reseñable también la colaboración que ha prestado el especialista en suspensiones Öhlins para suministrar una suspensión electrónica que reacciona en dos milisegundos ante el estado de la calzada o comportamiento del conductor. Interesante es