Audi RS4
HACE CASI UN CUARTO DE SIGLO, AUDI SORPRENDÍA A LOS AFICIONADOS CON EL MÍTICO RS2. El nuevo RS4 Avant mantiene los mismos genes y planteamiento, para consolidarse como la berlina familiar más deportiva y eficaz del momento.
Una leyenda que se forjó con el original RS2 y que sigue más fuerte que nunca.
Las berlinas con carrocería familiar no son tan populares en nuestro país como en otros mercados de Europa, pero poco a poco se abren camino en demanda de un público más joven y dinámico, amante del deporte y las actividades al aire libre. En Audi lo tienen claro hace tiempo y prueba de ello es que la versión deportiva del 80, bautizada como RS2 y que llegaba al mercado en 1994, se comercializó únicamente con carrocería Avant, una estrategia que Audi vuelve a emplear una vez más en la cuarta generación del RS4.
El nuevo RS4 Avant mantiene el planteamiento de su antecesor, comercializado entre 2012 y 2015, pero cambia totalmente desde el punto de vista técnico. De alguna manera retorna un poco a los orígenes para montar un V6 turbo como en el primer RS4, abandonando así el musculoso V8 atmosférico empleado en la segunda y tercera generación.
Como se puede imaginar estamos hablando de un motor completamente nuevo, estrenado recientemente en el RS5 y que por su avanzada concepción, se puede considerar un escaparate de soluciones de vanguardia. El V6 de 2.9 litros de inyección directa está alimentado por dos turbocompresores, uno por cada bancada de cilindros y entre sus aspectos más novedosos destaca que el colector de admisión se ubica en la propia culata, donde también se aloja el turbocompresor. De esta manera se consigue que alcance la temperatura óptima de trabajo mucho antes y para ello también dispone de un sistema de refrigeración independiente para cada una de las culatas y el bloque de cilindros. El nuevo V6 resulta muy compacto y ligero, prueba de ello es que pesa 31 kg menos que el anterior V8. Comparado con este último se mantienen los 450 CV, pero el valor máximo de par alcanza 61,22 mkg a tan sólo 1.900 rpm, mientras que el V8 se conformaba con 43,87 mkg a 4.000 rpm. Lejos se quedan desde luego los 380 CV que entregaba el V6 turbo de 2.7 litros del primitivo RS4 de 1999.
El nuevo V6 turboalimentado va asociado a una caja de cambios de convertidor de par con ocho relaciones que se ha afinado al máximo para que su funcionamiento en el modo manual a través de las levas en el volante sea lo más rápido y obediente posible. No podía faltar la tracción total quattro, que para la ocasión recibe un reparto inicial 40/60, aunque si las condiciones lo requieren puede llegar al 70% en el aje delantero y al 85% en el trasero. Opcionalmente se puede montar un diferencial autoblocante de control electrónico para el tren posterior, que cobra un mayor protagonismo en la conducción y gracias a ello se consigue un comportamiento más eficaz y deportivo.
Para la construcción del monocasco se utilizan muchas piezas de aluminio, lo que ha permitido ahorrar otros 50 kg y eso a pesar de que las dimensiones exterio-
El motor V6 turbo es muy potente, también muy elástico y bastante eficiente
res del nuevo RS4 son ligeramente más grandes; la longitud aumenta así 62 mm, 16 mm la anchura y 13 mm la distancia entre ejes, mientras que la altura se reduce en 12 mm.
El refinado esquema de suspensiones con triángulos superpuestos tanto delante como detrás cuenta con muelles que reducen la altura de casco 7 mm con respecto al S4 y en opción amortiguadores de control electrónico Dynamic Ride que van interconectados entre sí. Otra opción irrenunciable es la dirección de desmultiplicación variable y los frenos cerámicos también son muy recomendables.
A través del Audi Driving Select se puede escoger uno de los cuatro programas de conducción que se ofrecen: Auto, Confort, Dynamic e Individual. En función del que se escoja varía la respuesta de motor, el sonido del escape, los tarados de la amortiguación, la desmultiplicación de la dirección o el funcionamiento de la ayudas a la conducción que, llegado el caso, se pueden desconectar total o parcialmente.
El nuevo V8 no puede presumir de la fabulosa melodía que emitía el V8, pero empuja siempre con mucha más fuerza y contundencia, el sonido tampoco defrauda cuando se escoge el modo Dynamic. No hay tiempo de respuesta en la entrega de potencia, se muestra siempre muy lleno y cuando se aprieta a fondo el pedal del gas se estira con gran facilidad hasta el corte de encendido que se produce a 6.700 rpm; lejos quedan las 8.200 rpm a las que era capaz de girar el V8 atmosférico, pero los tiempos cambian y el nuevo motor no solo es más poderoso, también mucho más eficiente. Prueba de ello es que el consumo en ciclo combinado es de 8,8 litros/100 km/h, un 17% menos que el V8, también se mejoran 6 décimas de segundo en el 0 a 100 km/h para parar el cronómetro en 4,1 segundos. La velocidad máxima se mantiene limitada a 250 km/h, pero con el paquete RS Dynamic se pueden alcanzar 280 km/h.
Se trata por tanto de un coche muy rápido, pero lo mejor de todo no es lo que corre, es la enorme facilidad con la que lo hace. Va muy asentado a la carretera, casi sobre raíles, lo que permite mantener cruceros muy altos con absoluta facilidad. Si se escoge el modo Dynamic se dispone de unos tarados de suspensión sumamente enérgicos, el coche vira completamente plano y permite una elevadísima velocidad de paso por curva. El sistema de tracción total y el diferencial autoblocante trasero que se monta en opción, consiguen además que el RS4 sea un coche sumamente eficaz en cualquier escenario y muy fácil de pilotar. Gracias a la dirección de desmultiplicación variable el tren delantero es muy obediente y preciso, también muy rápido de reacciones. El reparto de par manda siempre más fuerza al eje trasero, pero este va muy sujeto y es casi imposible que pierda la compostura en fase de aceleración, tan sólo en los cambios de apoyo es posible que se descuelgue ligeramente. Pero lo normal es que un ligero subviraje nos avise de que nos estamos acercando a límite, que por cierto está muy alto.
Impresionante el funcionamiento de los frenos cerámicos que montaba la unidad probada en la presentación a la prensa celebrada en Málaga. Apenas necesitaban co-
Aunque es grande y voluminoso, ofrece una agilidad y eficacia sorprendente
ger temperatura para tener un buen tacto, su eficacia es impresionante y aunque en carretera abierta no hubo ocasión de exprimirlos al máximo, la sensación es que son inagotables.
Aunque se ha intentado mantener cierta discreción, exteriormente son muchos los detalles que diferencian al RS4 de otras versiones más modestas del A4 Avant. La parte delantera incluye una nueva parrilla más ancha y plana, tomas de refrigeración en la parte frontal más grandes y un paragolpes más voluminoso. En una vista lateral, llama la atención que se han tenido que ensanchar los pasos de rueda nada menos que 30 mm para albergar las espectaculares llantas de 20” que calza y también se monta un estribo en la parte baja de la carrocería. Detrás se distingue por un discreto sopiler, las dobles salidas de los escapes y el difusor. Para la carrocería se ofrece una nueva gama de colores exclusiva, destacando especialmente el Azul Nogaro que diferenciaba a los RS4 de primera generación.
El interior está a la altura de las circunstancias y además de asientos deportivos de diseño RS y tapizados en mezcla de piel y Alcántara, calefactables y con reglaje eléctrico, dispone de volante deportivo de tres radios, pedales en aluminio y algunos detalles que remarcan su talante deportivo. Gracias a su carrocerían Avant se trata también de un coche muy práctico y prueba de ello es que el maletero alcanza los 505 litros, 15 más que su antecesor y que pueden llegar a 1.510 litros si se abaten los asientos posteriores.
El equipamiento de serie es completísimo tal y como se ha configurado para el mercado nacional, pero no cabe duda que los 96.900 € que cuesta RS4 Avant puesto en la calle, se pueden ver incrementados sustancialmente por la interminable lista de opciones que se ofrece.