Infiniti QX50
Una manera diferente de distinguirse en el mundo del SUV.
TÉCNICAMENTE EL NUEVO INFINITI QX50 SUPONE UNA AUTÉNTICA REVOLUCIÓN. Se trata del primer modelo de producción en serie que estrena un motor de compresión variable pero, como se podrá comprobar a continuación, sus atractivos no acaban ahí.
El QX50 está desarrollado a partir de una nueva plataforma desarrollada para la ocasión, apta para sistemas de tracción delantera o total y que en un futuro también se empleará en otros modelos del Grupo.
Desde el punto de vista técnico el QX50 es, por tanto un coche muy avanzado, que estrena soluciones de lo más vanguardistas. Así, por ejemplo, el motor 2 litros turbo monta un revolucionario sistema de compresión variable. Aunque la solución no es nueva, el QX50 es el primer vehículo de producción que permite variar su relación de compresión. Puede pasar así de 8,1:1 a 14,1:1 de forma automática y en función de las condiciones de conducción. Para ello cuenta con un sistema que alarga o recorta continuamente la carrera del pistón para transformar la relación de compresión.
La relación de compresión 8:1 (carrera corta, 88,9 mm), se emplea cuando el motor trabaja a altas revoluciones y siempre que se busca es la máxima potencia. Por otra parte, con la relación 14:1 (carrera larga 90,1 mm) el motor entra en ciclo Atkinson, ofreciendo mayor eficiencia a bajo y medio régimen, también más par y capacidad de respuesta.
Los datos oficiales anuncian 272 CV a 5.600 rpm y 380 Nm a 4.400 rpm. Este motor pesa 18 kg menos que el anterior V6 y es más compacto, pero es mucho más voluminoso que cualquier otro 2 litros del mercado, también más pesado y condiciona así mismo un centro de gravedad más alto.
Para modificar la relación de compresión, el cigüeñal varía su altura y para ello dispone de un mecanismo de doble eje articulado controlado electrónicamente. De esta manera, la capacidad del motor varía entre 1.997 cc (para una relación de 8:1) y 1.970 cc (14:1), alternando además los ciclos de combustión Atkinson y normal sin interrupción.
El motor de compresión variable se encuentra asociado a un cambio Xtronic de relación variable con ocho relaciones y se puede manejar manualmente a través de levas. Afortunadamente apenas tiene pérdidas por resbalamiento, resultando muy rápido en las inserciones.
Con una longitud de 4.690 mm, una anchura de 1.900 mm, una altura de 1.680 mm y una batalla de 2.800 mm, el nuevo QX50 se posiciona en la parte alta de los SUV compactos por tamaño. Pretende así rivalizar con modelos como el Alfa Stelvio, Audi Q5, BMW X3, Mercedes GLC o Volvo XC60, entre otros. Su carrocería no solo ofrece un gran atractivo, también es muy polivalente. Prueba ello es que cuenta con unas banqueta posterior desplazable 15 cm, que permite variar el espacio para las piernas de las plazas traseras o con la capacidad del maletero, entre 595 y 1.699 litros con los respaldos posteriores abatidos; ciras similares ofrecen los Audi Q5 o Mercedes GLC.
Exteriormente la parte delantera se distingue por una llamativa parrilla delantera flanqueada por grupos ópticos con conjuntos led de alta potencia. Su imponente aspecto se realza con enormes llantas, de 19" o 20", dependiendo del nivel de acabado; bien es verdad que las versiones europeas, como no llegarán hasta mediados de año, aún no han sido configuradas.
En el interior se respira un ambiente agradable y relajado, también una grata sensación de calidad. Detalles muy bien resueltos, buenos ajustes y gran cantidad de elementos destinados al confort y la seguridad, rematan un habitáculo amplio y cómodo para todos los ocupantes. Diferentes combinaciones de acabado interior y colores estarán disponibles desde su lanzamiento, además de una completa instrumentación con dos pantallas táctiles y mandos sencillos. Incluso el sistema ProPilot, de ayuda a la conducción, se podrá gestionar a través de un botón situado en el volante.
Durante la toma de contacto hemos tenido la oportunidad de conducir por diferentes tipos de trazado y en todo momento el coche ofrecía mucha confianza y tranquilidad a los mandos. Las refinadas suspensiones garantizan un elevado nivel de confort, digieren bien las irregularidades del asfalto, también condicionan un comportamiento muy eficaz. Las inclinaciones de carrocería son mínimas, mientras que la dirección es rápida y muy intuitiva. Preciso y con pisada muy solvente, el QX50 que pudimos conducir en la toma de contacto equipaba neumáticos run flat en llantas de 20”. En caso de pinchazo, estos permiten rodar sin aire hasta 150 km. Los frenos, por su parte, ofrecen un funcionamiento impecable y son bastante potentes.
¿Y qué se puede decir del motor 2 litros turbo de compresión variable. Lo cierto es que resulta muy satisfactorio. Dispone de cuatro modos de funcionamiento: estándar, ECO, deportivo y personalizado. En modo Eco, si bien la respuesta es algo más perezosa, entre otras cosas porque inserta siempre relaciones del cambio muy largas. No ocurre lo mismo con el programa Sport, ya que su capacidad de respuesta es inmediata y la aceleración fulgurante cuando se estruja el pedal del gas hasta el fondo.
Este modelo se ofrecerá en versiones de tracción delantera o total. Se declara una velocidad máxima de 230 km/h, mientras que para acelerar de 0 a 100 km/h emplea 6,3 segundos. Llegará a nuestro mercado a mediados de año.