Lancia Delta S4
Con el S4, Lancia cambió radicalmente su forma de entender un coche de rallies, algo necesario para adecuarse a los tiempos. El S4 fue capaz de ganar desde el principio pero posiblemente le faltó desarrollo para llegar a superior al 205 T16.
Tardó casi una año, pero Alén acabó ganando con el S4
Lancia llegó tarde con el S4 y, tras la abrupta prohibición del Grupo B, vio el cielo abierto porque confiaba más en ganar con el Delta de Grupo A que con el S4. De hecho, Lancia fue la marca que apoyo decididamente la prohibición del Grupo B desde el principio.
El S4 era un coche técnicamente complejo. En Abarth seguían empeñados en que el retraso de respuesta del turbo era un problema irresoluble para un coche de rallies. Por eso, el ingeniero Pier Paolo Messori resolvió combinar un turbocompresor con un compresor volumétrico que llenara ese vacío. Lo cierto es que Peugeot había solucionado el problema con el sistema DPV (básicamente un turbo variable) en el 205 y Renault lo instaló después en el Maxiturbo. Y en Audi, que tenía el motor más potente desde el quattro Sport, el problema principal no era el retraso de respuesta. Pero así se quedó el S4, con sus dos tipos de compresor y dos intercooler. El bloque era completamente nuevo, una novedad entre los Grupo B; estaba hecho de aluminio y, para quedar por debajo del límite de 3 l tras aplicarle el coeficiente de sobrealimentación, la cilindrada era 1,8 l. Como en el 037, y a diferencia del 205 T16, estaba colocado en posición longitudinal. La carrocería de la versión Stradale era de fibra de vidrio, reemplazada por una de Kevlar en la primera evolución del S4. Fueron necesarios otros elementos ligeros para compensar el mayor peso del motor, como unos semiejes de titanio. Abarth consiguió que el S4 fuera más ligero que el
037, pese a tener tracción total, un motor más pesado y mayores dimensiones.
El desarrollo fue más lento de lo previsto. Lancia inscribió a Alén en varios rallies nacionales, principalmente del campeonato italiano, como fase final de la puesta punto. Alén es de esos pilotos que corren con lo que le den, en lugar de dedicar mucho tiempo a dejar el coche a su gusto. Y lo que le dieron no le gustaba, había muchas cosas que cambiar nuevas para él, como la distribución de fuerza entre los ejes. Fiorio había convocado al equipo a un piloto completamente distinto, Henri Toivonen, que sí era de los que prefieren ir cambiando el coche.
El primer rally del mundial fue Gran Bretaña y, para sorpresa hasta del propio equipo, consiguieron un doblete con Toivonen primero y Alén segundo. Pero la victoria más singular del S4 fue en el primer rally de 1986, Montecarlo. Lancia partía con la ventaja de unos neumáticos Pirelli más estrechos y adecuados que los Michelin de Peugeot y Audi. Alén quedó pronto fuera de juego por problemas de motor, pero Toivonen-Cresto estaban sacando partido a esa ventaja. Una estrategia frecuente de Fiorio, cuando había condiciones muy distintas en el mismo tramo, era programar una parada en medio para cambiar los neumáticos. No le salió bien inicialmente y Salonen se puso primero. Para la última etapa, Todt confió en los ouvriers para dar información sobre los tramos, Fiorio subió a Toivonen en un helicóptero para que él mismo viera cómo estaban. Fue la estrategia ganadora y la última victoria de Toivonen.