VW MEB eléctrico
DE QUIEN LOGRÓ SER PRIMER FABRICANTE MUNDIAL LLEGA MEB: LA PLATAFORMA QUE DARÁ LUGAR A LOS VW I.D., FAMILIA DE VEHÍCULOS CON LOS QUE ASPIRAN PODER FABRICAR (Y VENDER) UN MILLÓN ANUAL YA EN 2025.
El futuro se empieza por la base.
Desde el simplismo, parece que un coche eléctrico debería ser tan fácil como un coche de slot. Un motor eléctrico —con todo lo que se sabe de él—, la carrocería —vaya si saben los fabricantes—, aderezado con un poco de electrónica de potencia y una batería, porque queremos coches, no tranvías (por ahora). Correr y acelerar, sabemos desde pequeños que los eléctricos lo hacen muy bien. Incluso quienes no jugaron con coches, lo aprendieron viendo a Tesla. Sin embargo, la experiencia con los teléfonos móviles seguro que nos ha planteado dudas con las baterías de iones de litio (el metal más ligero de la tabla periódica, de ahí la obsesión en este material). No quieres que duren cuatro años, no quieres que a veces se agoten de pronto, o que exploten y se incendien con la humedad. Resulta que hay que mimarlas, con ordenadores controlando su tensión en cada instante, su temperatura, colocando una bomba de calor o un aire acondicionado para mantener sus celdas a una temperatura —casualmente— del agrado del humano, entre 20 y 35 grados. Esa energía resta autonomía. Las baterías tienen que estar blindadas, a prueba de impactos, pero con posibilidad de evacuar gases y selladas para evitar humedad. Todo tipo de contrasentidos, que hacen que sea el elemento más costoso y sofisticado del futuro coche eléctrico. Dice VW que su futura batería, que moverá los ID necesita ensamblar 2.500 elementos. Lo veremos a partir de 2020, con el ID compacto y con el SUV que saldrá poco después. Luego vendrán un monovolumen y una berlina, en 2022. Conocemos más o menos cómo serán, los hemos visto como conceptos em salones y dicen que cumplen estrictamente con los requisitos de la plataforma MEB. Con la promesa millonaria de VW, el fabricante que el gobierno chino creó para liderar el mercado de baterías mundial, CATL, será el principal suministrador de las celdas, junto con LG y Samsung. Y alrededor de esta MHB, como la denominan la batería modular, se ha construido la plataforma MEB. Es el equivalente a esa base MQB que hoy abarca desde el Golf actual al gigante Atlas y que, según VW, conseguía ahorros formidables, como para haberse planteado esas actuales gamas tan extensas como globales. ¿Qué significa ese ahorro con MEB? Que podrán proponer por menos de 30.000 euros un coche del tamaño del Golf, con el espacio interior del Passat —vas sentado sobre la batería, el motor casi no ocupa espacio, y no hay túnel central— y, sobre todo, con una autonomía de 330 km WLTP gracias a su capacidad desde 48 kWh. Añadiendo módulos a la batería habrá dos escalones más de autonomía, que podrá llegar a 550 km. El motor de imanes permamentes va detrás, pero también podrá haber un tracción total, colocando un motor de inducción situado delante. El precio es decisivo, la autonomía también, pero ¿la recarga? En casa, con un cargador que venderán por 300 euros (a 11 kW) entre 4 y 6 horas “llenarás” un 80 por ciento. En la red Ionity —cargadores ultrarápidos para electrificar las autopistas europeas participada por todos los fabricantes alemanes—, los VW ID admiten hasta 125 kW, recargando a razón de 10 km por minuto: 35 minutos de parada en un viaje de 700 km parece asumible y los hará aptos para viajar. Aún no hay legislación para su cobro, y esconden el precio de la carga (ahora la sirven gratis, pero con 8 euros “por conectarse”). Batería 40 kilos más ligera que los 347 de la batería del e-Golf, centro de gravedad más bajo que éste, suspensión multibrazo, seguro que ID va incluso mejor. Preventa en 2019, pero no te lo pienses demasiado, en Noruega les quitan los eléctricos de las manos y el 80 por ciento irá a China.
PREVENTA EN 2019, CON ESPACIO DE PASSAT, TAMAÑO DE GOLF Y 330 KM DE AUTONOMÍA