Skoda Scala
EL COMPACTO DE SKODA NO SÓLO CAMBIA DE NOMBRE, SPACEBACK POR SCALA, TAMBIÉN DE POSICIONAMIENTO POR DISEÑO, CALIDADES Y TECNOLOGÍA, AUNQUE RECURRA A LA PLATAFORMA PEQUEÑA DEL GRUPO VOLKSWAGEN.
Nos subimos al camuflado del nuevo modelo de la firma checa.
Si bien hasta el 6 de diciembre no se desvelarán sus formas, cuando se presente en Tel Aviv (Israel), ya hemos podido conducir prototipos del Scala en su fase final de desarrollo. Para su concepción parte de la plataforma MQB A0 del Grupo Volkswagen, presente en Ibiza, Arona, Polo… pero con dimensiones superiores a las del Golf, que cuenta con la MQB «a secas». Así, con 4,36 m de longitud es 6 cm más largo que su antecesor y 10 que el Golf mientras en anchura crece 9 cm para igualar al compacto alemán. Pero el aumento más relevante lo encontramos en su batalla, que con 2,65 m gana casi 5 cm situándose como la mayor de todos los modelos fabricados hasta la fecha con MQB A0 e incluso 3 cm superior a la del Golf.
Aunque apenas podamos entrever su silueta debido a su profuso camuflaje, desprovisto de él se asemeja a lo mostrado por el concept Vision RS. Con grupos ópticos muy horizontales y una zaga con una gran luna trasera que enrasa con la zona baja del portón y que sustituye el logotipo de la marca por su nombre en letras labradas. Con faros y pilotos que pueden ser por completo de led. Su interior transmite un aspecto muy moderno, con una pantalla táctil flotante para el sistema de infoentretenimiento de 6,5, 8 o 9,2”. Prescinde de muchos botones físicos, como el de volumen, pero se mantiene en la zona inferior de la consola central el módulo de climatización, si bien algunos mandos, como velocidad del ventilador o aire acondicionado, pasan a la pantalla táctil. La instrumentación puede ser convencional de relojes o digital con el «Virtual Cockpit» de 10,2”.
También mejoran notablemente las calidades. Abunda el plástico duro, pero con texturas más sofisticadas. Los asientos delanteros de las unidades probadas, con tapicería mixta piel/Alcantara, tienen formas muy deportivas, con resaltes incluso a la altura de los hombros. El volante está achatado en su zona inferior y en la consola central encontramos dos conexiones USB-C. Atrás hay otras dos, con asientos laterales envolventes y un buen número de soluciones Simply Clever para aportar gran practicidad.
Su carrocería presenta un gran trabajo aerodinámico, con bajos casi completamente carenados, cortina de aire y un Cx de 0,29. Todos los propulsores cuentan con turbo, inyección directa, sistema Stop&Start, de recuperación de energía de frenada y filtro de partículas. La gama arranca con el 1.0 TSI tricilíndrico de 95 CV y cambio manual de 5 velocidades, al que sigue el 1.0 TSI de 115 CV, con cambio manual de 6 velocidades o DSG de 7, y un 1.5 TSI Evo, con desconexión selectiva de cilindros, con 150 CV, igualmente con cambio manual de 6 o DSG de 7. En Diesel sólo se ofrece el 1.6 TDI de 115 CV, con inyección de AdBlue en el SCR, cambio manual de 6 relaciones o el de doble embrague pilotado en seco de 7. También habrá una versión alimentada por Gas Natural con el 1.0 G-Tec con 90 CV; con un depósito de GNC de 14,2 kg y otro de gasolina de 9 l.
No ofrece la calidad de rodadura de un Focus e incluso un Golf, pero a su volante su pisada se siente más sólida que en Ibiza o Polo, con una amortiguación firme, pero no incómoda, que contiene bien los balanceos de la carrocería. Al menos con la especificación Sport probada; que rebaja la altura de la carrocería al suelo 15 mm y cuenta con unos amortiguadores que a través de una válvula permiten contar con dos tipos de respuesta: normal o sport.
AUNQUE PIENSE EN RIVALES COMO EL TIPO, TIENE MIMBRES PARA RIVALIZAR TAMBIÉN CON MÉGANE, I30, FOCUS...