Picando bielas
E... pero ganó otra batalla. El ayuntamiento de París pedía un euro de indemnización por el perjuicio en su imagen y de su legitimidad en su lucha contra el vehículo Diesel que, según él, la Comisión Europea le había creado. Sustentaba su reclamación en que los límites de NOx fijados en la actual normativa vigente Euro 6d-temp, habían sido alterados por la Comisión Europea, con moratorias en forma de límites más permisivos durante las pruebas de homologación en uso real, los conocidos como ensayos RDE. El Tribunal General de la Unión Europea considera que tal perjuicio no ha quedado demostrado. ¿Por qué, entonces, parece que se pueden tambalear todos los cimientos de la industria del automóvil, especialmente lo que concierne al Diesel?¿Sería a esto a lo que se refería Herbert Diess, el actual —en este incesante desfile de directivos— gerente de Volkswagen cuando decía a finales del verano que la supervivencia de la empresa no era algo que pudiera darse como garantizado, en este complicado entorno? Porque si París perdió su batalla, ganó en cambio la parte fundamental del litigio que tenía contra el Diesel y contra la Comisión Europea. Según las demandas que de forma independiente habían presentado las ciudades de Madrid, París y Bruselas, la Comisión Europea no tenía capacidad legal para modificar los límites máximos permisibles de NOx durante los ensayos RDE. Dichos límites nacieron debido a la enorme variabilidad de circunstancias que se pueden producir durante la conducción en ese “examen”, unido a la menor precisión de los compactos equipos de medición portátiles que se acoplaban a la bola de remolque, sometidos a vibraciones y a la intemperie, frente a los gigantescos, sofisticados y costosos de los laboratorios. La Comisión había determinado que hasta 2021 los límites fijados por la norma Euro 6 podían aumentarse, de forma transitoria, hasta 2,1 veces por encima de lo establecido. Más adelante, se iría rebajando esta permisividad, según se mejoraban equipos y, cómo no, los fabricantes de coches. Según el dictado del tribunal europeo, la Comisión se había extralimitado. La Comisión podía haber determinado los procedimientos, los ensayos o los requisitos para la homologación, pero en ningún caso alterar esos límites de NOx fijados por la normativa Euro 6. El tribunal da un año, si nadie presenta un recurso de casación, para interpretar correctamente la norma. Y aunque el tribunal, para evitar la inseguridad jurídica, da por válidas las homologaciones realizadas y por realizar hasta la futura nueva norma, este puede ser un nuevo golpe —¿definitivo?— al Diesel. Primero, por el precio de los equipos de limpieza más sofisticados, soportables solo por coches de lujo. Sin embargo, la sentencia del tribunal significa, al dar la razón a las ciudades, que éstas tienen el respaldo implícito para “dudar” de la salubridad de los Diesel más modernos e incluso de los que vayan homologando durante todo 2019. Según un estudio de Emission Analytics con coches Diesel nuevos anónimos, solo la mitad de ellos cumplirían con los NOx sin la mencionada ampliación de límites. Así que las ciudades podrán poner en cuarentena los ensayos realizados bajo la actual norma, incluso en aquellos modelos en los que las mediciones independientes reflejaban que realmente rebajaban su emisión de NOx durante ese uso real hasta cinco veces por debajo del límite del laboratorio. Si se contentaron con declarar oficialmente una cifra justo en el límite permitido (práctica habitual, para no pillarse los dedos por declarar valores más bajos, aunque sepan que pueden conseguirlos), las ciudades podrían poner en cuarentena los coches Diesel anteriores a 2020. Solo tres ciudades reclamaron legalmente, pero la norma sirve para todas y la aplicación de medidas anti-Diesel cada vez parece mejor entendida por la ciudadanía. Poco importará que existan modelos Euro 6 medidos por Emission Analytics que emiten 15 mg/km (cuando el máximo en laboratorio es 80 mg/km) o que en 2013 había algún Diesel que emitían menos de esos 80 mg en uso real. Cuánta confusión, que no es buena, ni siquiera para el medio ambiente que queremos proteger.
El tribunal europeo obliga a tener una nueva norma para aplicar Euro 6 antes de un año: libertad para las ciudades para dudar de la limpieza de los Diesel pre-2020.