Cupra Formentor
POCOS COCHES HAY TAN EMOCIONALES COMO ÉSTE CUPRA FORMENTOR, RECOGIENDO LO MEJOR DEL SEGMENTO DE MODA, EL DE LOS SUV, PARA FUNDIRSE CON LO MEJOR DEL MUNDO COUPÉ. EL RESULTADO A NIVEL DE DISEÑO Y DE CALIDADES, PROMETEDOR. A NIVEL MECÁNICO, SE ABRE LA PUERTA AL PLUG-IN.
Se nos presenta el Cupra Formentor como un show car que muy poco diferirá del modelo de calle “está al 98 por ciento” según nos comenta el máximo responsable de Diseño de Cupra/Seat, Alejandro Mesonero-Romanos, “y solo sustituiremos algún detalle como alguna pieza de aluminio o algún elemento de las ópticas delanteras, más enfocadas a lucir en el Salón de Ginebra”.
Nuestro contacto visual —el coche se comercializará en la segunda mitad de 2020—, lo realizamos en las instalaciones de Cupra Racing —la antigua Seat Sport—, acompañados por Antonino Labate, responsable de Estrategia y Operaciones de Cupra, de un feliz como pocas veces hemos visto Jaime Puig, director de Cupra Racing, y del antes mencionado Alejandro Mesonero-Romanos. "Lo tienes que ver rodeado de otros coches, en tráfico, porque ahora pierdes escala y perspectiva de su poderío a nivel de hombros. Al lado de un coche normal el otro parece una caja porque empiezas a ver formas, la multitud de detalles que ofrece el Formentor y que no tienen los otros", nos sigue comentando Mesonero-Romanos.
Es el Formentor un CUV, un híbrido entre SUV y deportivo, manteniendo lo mejor de ambos mundos y donde de momento el territorio está prácticamente virgen. A la espera de una nueva generación de GLA, quizás X2 o Lexus UX pueden intentar jugar esa nueva liga, todavía muy Premium y donde antes del verano jugará también Kia con su X-Ceed. Cupra esperará a la segunda mitad de 2020 para desembarcar aunque con un diseño infinitamente más radical y rompedor que sus rivales, partiendo de la plataforma nueva que estrenará el Golf a la vuelta del verano para todos los compactos del Grupo VW, y de unas dimensiones de 4,47 metros de longitud, arropadas por 1,54 metros de alto. Más grande de lo que parece con unas dimensiones de 4,47 metros de longitud, arropadas por 1,54 metros de alto. Tres opciones de colores, todos mate, empezando por el “corporativo” azul petróleo, pero dejando paso también a un gris oscuro y un verde militar,
Frontal emocionante, poderoso, con un capó muy esculpido con unas líneas que terminan, sí, en el techo… Parrilla con logo de mayor tamaño que
en Cupra Ateca y del que parten líneas y volúmenes para toda la musculosa parte delantera donde llama la atención la ubicación y forma geométrica de los antinieblas —muy centrados y apostando por el círculo en lugar del triángulo de Seat y, en este caso, el hexágono, del Formentor—. Aire de familia Seat a nivel de ópticas delanteras y traseras —ese coast to coast trasero será seña de identidad de todos los modelos de la marca futuros y lo ha iniciado Tarraco—. Funcionalidad máxima en todos los elementos de diseño.
En el lateral también se reinterpreta la doble línea que caracteriza a los Seat y aquí la mirada se te va sí o sí al hombro trasero redondeado, muy potente, que da sensación de movimiento incluso en parado. Si lo unimos a las formas de las ópticas traseras —también con funcionalidad aerodinámica—, sensación de colín de moto, según nos comenta uno de sus diseñadores del exterior. En la trasera dos parejas de dobles escapes —estamos ante un Cupra— y un difusor con gran protagonismo visual y funcional. Llantas de 20 pulgadas conciliando con el lenguaje del coche con superficies con mismo tratamiento que otras superficies del coche en materia de contrastes y juegos de luces y sombras. Fantástico resultado, con un tres cuartos traseros que enamora, con una trasera que me hace pronunciar en alto un “me parece un minilamborghini Urus”…
Tres opciones de colores, todos mate, empezando por el “corporativo” azul petróleo, pero dejando paso también a un gris oscuro y un verde militar, siempre arropándose en detalles color cobre —costuras, molduras…—, el color del logo Cupra.
En el interior, sensación de sofisticación máxima con el punto de partida de la simplicidad que permite una pantalla frontal grande y que elimina casi toda la botonería de una consola central que mira ligeramente al conductor. La parte superior flota sobre una estructura también semiaérea que recibe inspiración de obras de Santiago Calatrava. Cuadro de mando digital, asientos de cuero con respaldo de fibra de carbono —se mantendrán en la serie—, posición de conducción baja, materiales de gran calidad y con mucho diseño en su trabajo, desaparición del pomo del cambio por vez primera en Seat/Cupra para ganar limpieza, buena visibilidad —la trasera, lógicamente condicionada por el tipo de carrocería—.
En materia de propulsores llegarán tres variantes distintas. La primera un híbrido enchufable fruto de la combinación de un motor de gasolina 1.4 TSI de 150 CV y un propulsor eléctrico de 115 CV para rendir 245 CV totales y un par máximo de 400 Nm, prometiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5 segundos o una autonomía 100% eléctrica a plena carga de 50 kilómetros, para entregar 50 g/ km de CO2, siempre asociado a un cambio automático DSG de doble embrague y con tracción total.
Además, dos motores de gasolina, uno con 177 CV de potencia y otro con 310 CV para convertirse en el tope de gama.
SOLO GASOLINA, CON 177 O 310 CV DE POTENCIA, AUNQUE LA ESTRELLA ES EL HÍBRIDO ENCHUFABLE DE 245 CV
Aunque presentado como show car, es el coche real al 98 por ciento. Solo se modificarán mínimos detalles. Venta en segunda mitad de 2020.