Súperberlinas
MERCEDES AMG GT 63S 4 MATIC 4 PUERTAS PORSCHE PANAMERA TURBO S E-HYBRID SPORT TURISMO
El Mercedes AMG GT 63S 4 Puertas llega poniendo las cosas muy difíciles al Porsche Panamera Turbo S Hybrid.
CUANDO UN COCHE, COMO CUALQUIERA DE ESTOS DOS, LO TIENE TODO, HAY POCO QUE SE PUEDA DECIR. CARROCERÍAS GRANDES Y AMPLIAS, MÁXIMO EQUIPAMIENTO Y PRESTACIONES COMO LAS DEL MEJOR SÚPERDEPORTIVO SON SUS CARACTERÍSTICAS. EL PORSCHE PANAMERA TURBO S HYBRID SPORT TURISMO LLEVA TIEMPO DEMOSTRÁNDOLO, PERO NO SE PODÍA IMAGINAR QUE LLEGARÍA UN RIVAL DE LA TALLA DE ESTE MERCEDES PARA HACERLE SOMBRA… MUCHA SOMBRA.
Tengo que reconocer una cosa: la primera vez que oí hablar de un Mercedes AMG GT de 4 puertas me pareció una broma. Pensé, ¿si ya tienen un CLS, para qué quieren otro coche prácticamente igual? Sobre el papel eso es lo que parece. Cuando vi las primeras fotos del GT 4 puertas me pareció demasiado parecido y con un planteamiento muy similar. No tenía ningún sentido diseñar y fabricar un coche prácticamente igual que canibalizaría ventas a uno de sus coches ya bien asentado. Porque el CLS de Mercedes hay que reconocer que fue un acierto desde el primer momento, con esa carrocería de gran berlina coupé que luego muchos otros han copiado. Un concepto que, sin duda, ha calado muy bien entre la clientela más exigente.
Por eso tenía muy poco sentido para mí este GT de 4 puertas. Cuando se lo planteé a los responsables de la marca enseguida se apresuraron a contarme la versión oficial para la que ya estaban preparados a difundir: “no es un CLS, no tiene nada que ver, es otro coche completamente diferente que hacen en la fabrica de AMG”. Después de escucharlo, tampoco me quedé del todo convencido. Seguía sin entenderlo del todo. Pero hasta a los escépticos como yo nos ponen en nuestro sitio la realidades. Porque cuando lo he probado, lo he entendido todo. Pocos coches me han sorprendido como este AMG GT 4 puertas. Y puedo confirmar que esta gente de AMG ha sabido hacer un coche sobre la base de un CLS pero que parece completamente diferente. Cuando lo conduces te das cuenta que no tiene nada que ver con las sensaciones de un CLS. Es decir, no parece un coche normal, parece un coche excepcional. Un deportivo con una carrocería práctica y, hasta cierto punto, discreta. Pero un deportivo de verdad. No una berlina con prestaciones de deportivo. Nada de eso. Hay que decir que esta es la versión más poderosa de toda la gama, la 63S 4Matic.
Y para completar la jugada nos encontramos con que nuestra unidad de pruebas montaba los mejores neumáticos posibles: los Michelin Pilot Sport Cup 2. Y diré una cosa: creo que no se pue-
MÁS QUE UNA BERLINA DE ALTAS PRESTACIONES, ES UN DEPORTIVO DE VERDAD
LA SUMA DEL MOTOR ELÉCTRICO PROPORCIONA MÁS POTENCIA QUE SU RIVAL
de llevar este coche con otros neumáticos que no sean esos. Sus prestaciones son tan brutales y su chasis tan enérgico que es necesario unas gomas de esta calidad para poder aprovechar todo el potencial. Si montamos otros neumáticos, entonces hay que renunciar a poder eliminar los controles de estabilidad y motricidad y también a parte de sus prestaciones, porque estarán todo el rato saltando los controles.
El objetivo de diseñar este AMG GT 4 puertas no era otro que atacar al Porsche Panamera. Desde que nació, este modelo de Porsche ha sido la referencia entre las berlinas deportivas. Mercedes no podía con su CLS, por mucha versión AMG 53 que tuviese en la gama. Necesitaba algo más enérgico y vaya si lo ha conseguido. Ha puesto el listón muy alto y ha adelantado por la derecha al mismísimo Panamera. Porque no lo hemos comparado con una versión cualquiera, lo hemos comparado con la versión estrella de esta generación: el Turbo S Hybrid. De hecho este Panamera ofrece más potencia (680 CV frente a los 640 CV del Mercedes) gracias a la suma de su motor térmico y el eléctrico. Pero no todo es potencia. El peso juega su papel en esta comparativa y el Panamera es mucho más pesado. Los 300 kg de más —fruto de esa combinación híbrida y sus baterías— provocan que su relación peso/potencia sea mucho más desfavorable (3,57 frente a los 3,38 kg/CV).
Así nos encontramos con prestaciones de auténtico infarto: el Mercedes ha logrado bajar de la barrera de los 3 segundos en el 0 a 100 km/h. Muy pocos deportivos lo han logrado en nuestra historia probando coches. Ni siquiera el AMG GT R, su superdeportivo verde que probamos hace algo más de un año lo consiguió (aquel hizo 3,69 s en el 0 a 100 km/h). Vale, hay trampa, este se
trata de un tracción total. Pero hay que reconocer que sus prestaciones son espectaculares. El Porsche tampoco lo hace mal, porque se repone a su peso y logra un meritorio 3,12 s en el 0 a 100 km/h. Por supuesto este Panamera es también tracción total.
Lo que no tiene el Panamera (de serie) y sí tiene el AMG GT 4 puertas es la dirección total. Contar con esa ayuda en el tren trasero me parece fundamental a la hora de hacer tiempos en un circuito como el nuestro de AUTOMÓVIL. Si a esto sumamos esos neumáticos semislick que he comentado antes, pues tenemos un arma imbatible. La prueba es que el cronómetro lo detuvimos en 1´07´´8/10, un registro que lo coloca en la zona alta de la clasificación. Casi se mete en el Top 10 junto con los todopoderososos 911 Turbo S, Nissan GT-R y Mercedes AMG GT R. El Porsche sufre bastante en esta comparativa porque se queda casi a segundo y medio, mucho tiempo para un circuito tan corto como el nuestro. Y es que el Mercedes tiene un comportamiento como nunca hemos visto: tiene el aplomo que esperas de una gran berlina, y a la vez la agilidad del mejor deportivo. Las gomas le ayudan a pegarse al asfalto, la suspensión dura se aprovecha de la tecnología neumática y las estabilizadoras activas sirven para que la aceleración lateral sea de escándalo. De hecho hemos logrado nada menos que 1,32 g en el curvón más largo de la pista, lo que es la cifra más alta lograda hasta la fecha. Su sistema de tracción total también cuenta con la ayuda de un diferencial trasero autoblocante que
es imprescindible para extraer todo el potencial. Porque este AMG GT 63S 4 puertas se comporta como un propulsión trasera. A sus mandos hay que estar pilotando todo el rato, pero porque los acontecimientos suceden muy deprisa, no porque el coche sea traicionero. Además contamos con una batalla larga que siempre avisa antes de tiempo de sus intenciones y es más fácil corregir contravolanteando. Sin duda los técnicos de AMG han hecho un trabajo soberbio, porque la agilidad del tren delantero recuerda a la de su superdeportivo AMG GT R y por eso luego hay que controlar el gas para que la zaga vaya por su sitio y no nos adelante. Porque bajo el capó hay un V8 biturbo de 640 CV que empuja como pocos (de hecho es el mismo motor con diferentes especificaciones que se monta en los GT normales).
Cuando luego te subes en el Panamera Turbo S Hybrid parece que es un coche sin tanto brío. Y eso que tienes la suma de 680 CV, pero se le nota el peso y que la entrega no es tan enérgica y sin concesiones como en el Mercedes. El Panamera es un poco más burgués, es decir, es más normal y civilizado para la vida cotidiana. El puesto de mandos me gusta más que en el Mercedes, voy mejor sentado (los pétalos activos del AMG a veces molestan un poco). Y la conducción con el Porsche también es más relajada. Se muestra más subvirador y no hay que estar tan atento con el contravolante como su rival. También es muy ágil, pero va perdiendo tiempo en esos subvirajes y que el peso es un hándicap importante. La
NO TODO ES POTENCIA. EL PESO JUEGA SU PAPEL EN ESTA COMPARATIVA Y EL PANAMERA ES MUCHO MÁS PESADO
LA CONDICIÓN DE HÍBRIDO MARCA LAS DIFERENCIAS FRENTE AL CONSUMO
diferencia de diámetro de estabilizadora también demuestra las pretensiones deportivas de uno y de otro, ya que el Porche lleva más detrás y menos delante que el Mercedes. Aunque no nos engañemos, la principal diferencia para que el Mercedes arrasara con el cronómetro en mano en el circuito es que llevaba unas gomas semislick.
Los dos se comportaron muy bien con los frenos. El Porsche lleva cerámicos de serie y no se resintieron en ningún momento, mientras que los de acero (ventilados, perforados y rayados) del Mercedes, que si bien demostraron una potencia excepcional, acabaron fatigándose un poco.
Para terminar hay que valorar otro aspecto que no es baladí: el consumo. Muchas de estas diferencias de comportamiento vienen de la mano de que el Porsche es híbrido enchufable. Así que llega el momento de la venganza cuando hay que parar en la gasolinera. Partiendo de la carga de batería a tope se pueden hacer medias de consumo realmente bajas. Incluso sin la ayuda eléctrica, el motor de Porsche es menos glotón. Porque el V8 de Mercedes es espectacular de rendimiento, pero también de consumo: mover más de dos toneladas a ese ritmo no es gratis y la media incluso a velocidades normales-bajas puede estar en los 12 litros/100 km. A ritmos altos el consumo se dispara exponencialmente. En fin, es el precio a pagar por un coche excepcional. Mira que el Porsche es bueno, pero hay que reconocer que el AMG GT 4 puertas es un anti-Panamera brillante. Creo que se merece una respuesta de Porsche para dejar las cosas en su sitio. Por ejemplo, un Panamera GT2 RS.