En México, en 2008, celebré mi primera victoria en la categoría junior. Fue un sueño estar aquí y fue el lanzamiento de mi carrera. Tengo una conexión muy especial con este rallye (S. Ogier)
ESO PARECE QUE LE DIJERON A OGIER PARA QUE SE DIESE PRISA EN GANAR UNO DE LOS RALLYES MÁS DIFÍCILES DEL CAMPEONATO. SU QUINTA VICTORIA EN MÉXICO Y LA 46ª DE SU CARRERA PROFESIONAL EN EL WRC NO HA SIDO NADA FÁCIL. PARECE QUE ESTÁ CONVENCIDO DE PODER GANAR
México acumula el conjunto de tramos más complicados del campeonato, con pistas de tierra con mucha piedra y llena de trampas, junto a unas condiciones de altitud y altas temperaturas que ponen a prueba a pilotos y máquinas. Por eso siempre es imprevisible y se producen sorpresas. El que abre pista lo tiene muy complicado porque la primera jornada siempre pierde muchísimo tiempo. Eso le sucedió a Tänak como líder del Campeonato, aunque ya en el shakedown comenzó con problemas aparcando su coche nada más arrancar el corto tramo por un problema en un sensor. Ya comenzó con mal pie y el viernes se confirmó perdiendo muchísimo tiempo en todos los tramos y viendo como sus rivales se colocaban delante. Neuville no porque tenía una indisposición y estuvo renqueante toda la carrera, pero Ogier no perdonó y sacó una ventaja que le permitió ir administrándola durante toda la prueba. El francés también tuvo la suerte de su parte en los momentos decisivos. Primero cuando el equipo pudo solventar el problema con el transporte en barco que estuvo a punto de poner en peligro su participación. Y segundo cuando el primer tramo del sábado se suspendió debido a que Lappi dejaba “aparcado” en medio de la pista su Citroën C3 y Ogier venía perdiendo mucho tiempo con la rueda pinchada. El francés había realizado un rallye perfecto durante la jornada del viernes sometiendo a un Mikkelsen que empezaba apretando para reivindicarse en el equipo después de que le degradasen en Hyundai. El noruego rompió la suspensión y acabó con sus posibilidades en el rallye.
El que no dejó de creer en sus posibilidades fue el líder Tänak. Después de desangrarse el
viernes, a partir de ahí fue escalando posiciones gracias a sus buenos resultados y a la paulatina retirada de rivales. Evans fue el hueso más duro de roer con su Ford Fiesta, liderando un equipo donde Suninen arrancó la rueda delantera derecha a las primeras de cambio. Neuville ya hemos comentado que estuvo enfermo todo el rallye y nunca estuvo en la pomada por los puestos de privilegio. Y el otro miembro del equipo Hyundai era Sordo que sufrió la escabechina del viernes al igual que Latvala con su Yaris. Se tuvieron que reenganchar el sábado pero ya con pocas opciones de brillar.
Como sucede siempre, México dicto su ley y en este caso permitió que los dos favoritos al título acabaran primero y segundo. Este año promete ser un mano a mano entre Ogier y Tänak, aunque esperemos que el Hyundai de Neuville se una a la pelea.