HYUNDAI KONA EV
HYUNDAI SE HA CONVERTIDO EN LA REFERENCIA EN MOVILIDAD ELÉCTRICA Y ENERGÍAS ALTERNATIVAS. EL KONA ES SU ESTANDARTE Y SUS PRESTACIONES, JUNTO CON SU AGRADO DE CONDUCCIÓN, LE PERMITEN CODEARSE CON MARCAS PREMIUM.
QQue duda cabe que Hyundai es la marca mejor colocada en la parrilla de salida hacia el mercado de los eléctricos. Y no solo eso, porque la firma coreana se ha preocupado por estar presente con todas las posibilidades de energías alternativas, incluida la de pila de combustible, o sea, el famoso hidrógeno que Hyundai ha sabido dominar y ya comercializa en un modelo fantástico denominado Nexo. Pero ahora nos ocupa el fenómeno eléctrico. El Kona es su estandarte principal, aunque no debemos olvidar que también dispone de un Ioniq completamente eléctrico, aunque en este caso solo está disponible con el motor pequeño de solo 136 CV. Porque el Kona disfruta de dos diferentes potencias, la citada de 136 CV y una más poderosa con 150 kW, o lo que es lo mismo, 204 CV que es la protagonista de nuestro test. Sin duda esta es una cifra muy seria para poder mover este compacto SUV que enamora desde cualquier ángulo.
Equipado con una batería de 64 kw/h, para esta versión del Kona EV se declara una autonomía de 449 km y gracias a los 204 CV que desarrolla su motor eléctrico, también se garantiza un excelente ni
EQUIPADO CON UNA BATERÍA DE 64 KW/H, DECLARA UNA AUTONOMÍA DE 449 KM
vel prestacional, porque es capaz de mover los 1.729 kg con gran soltura. La enorme batería que incorpora es la que le condiciona en su peso, pero afortunadamente está ubicada en los bajos de la carrocería para reducir en lo posible el centro de gravedad.
Lo que afortunadamente no experimenta ninguna merma en esta versión eléctrica es la capacidad del maletero, que mantiene los 332 litros de las versiones con motor de combustión. Tampoco hay muchas diferencias en el plano estético y exteriormente apenas cambia el diseño de las llantas, los anagramas y sobre todo la parrilla delantera que elimina las entradas de ventilación del motor y en su lugar se incorpora la trampilla para la toma de corriente. En el interior también se pueden encontrar algunos detalles que le diferencian como pueden ser el cuadro de instrumentos y la pantalla multifunción, pero lo más llamativo es la adopción de una nueva consola central que elimina la palanca de cambios, sustituida por botones y que en su parte inferior dispone de un amplio hueco portaobjetos.
La toma de recarga es de tipo CCS y está en el frontal, junto al logotipo, perfectamente camuflada en la tapa de parrilla completamente tapada para mejorar la aerodinámica. Una vez que nos ponemos a cargar, hay un marco iluminado que nos informa del estado de la recarga, con tres niveles diferentes: con una toma de 7,2 kW, el tiempo recarga es 9 horas y 40 minutos para esta batería grande de 64 kW/h; con una toma de 50 kW el tiempo es de poco más de una hora para alcanzar el 80% de capacidad.
También llama la atención la presencia de dos teclas en el volante, similares a las que se emplean en los modelos con cambio pilotado y que en este caso sirven para gestionar el sistema de retención del motor con el que se pueden recargar ligeramente las baterías. Dispone de tres programas con mayor o menor capacidad de retención, también se puede rodar en modo rueda libre, mientras que si se mantiene la leva izquierda pulsada actúa como freno deteniendo completamente el coche.
La autonomía es el caballo de batalla de todo eléctrico. Pero en eso el Kona EV aprueba con sobresaliente. Es verdad que cada día ese apartado se ve mejorado en los nuevos modelos que salen al mer
LA BATERÍA ESTÁ UBICADA EN LOS BAJOS DE LA CARROCERÍA PARA REDUCIR EN LO POSIBLE EL CENTRO DE GRAVEDAD
cado, pero el Kona ha sido el primero de los coches asequibles en anunciar una autonomía de 449 km. Todos sabemos que la autonomía depende del tipo de conducción que se haga y el recorrido que se realice, pero con el Kona se pueden alcanzar tranquilamente autonomías de 400 km, algo de lo que pocos pueden presumir.
Los coches eléctricos son muy agradables de manejar por su suavidad y ausencia de ruido, y esta versión del Kona EV pone además un punto de emoción a los mandos gracias a su extraordinaria capacidad de aceleración. Y es que los 204 CV que desarrolla el motor eléctrico dan mucho de sí, su respuesta es inmediata, sumamente contundente y prueba de ello es que permite acelerar de 0 a 100 km/h en 7,34 segundos, 15,44 segundos emplea de 0 a 400 metros y 28,35 segundos en recorrer los primeros 1.000 metros de aceleración, cifras que están a escasas décimas de las que consigue el Kona 1.6 DT.GDI con motor de gasolina de 177 CV que tuvimos ocasión de analizar a fondo no hace mucho. La velocidad no es muy alta, pero suficiente, porque siempre se limita en un eléctrico para no devorarnos la batería y porque es más importante la autonomía que la rapidez en los viajes. A los mandos la sensación es que el motor eléctrico tiene mucho mayor empuje que el de gasolina en la arrancada y la respuesta del acelerador es también más violenta, sobre todo si se escoge el modo Sport.
En ciudad es donde más posibilidades ofrece el Kona EV. Son todo ventajas. Puedes aparcar donde quieres, su tamaño es perfecto para moverse entre coches, la agilidad es impresionante con sus arrancadas fulgurantes, y su consumo es ridículo entre calles.
Los recorridos interurbanos también se le dan especialmente bien al SUV eléctrico de Hyundai. Excelente visibilidad, suavidad de manejo y gran dinamismo, son aspectos muy valorados en un vehículo que resulta ideal para el día a día. A los mandos se nota pesado, pero el Kona enlaza las curvas con facilidad y va bien asentado a velocidades elevadas. Los trenes rodantes realizan bien su trabajo y es bastante preciso en las trayectorias ya que además está muy bien amortiguado pero, como pudimos comprobar en nuestra pista de pruebas rodando al
EL KONA EV PONE ADEMÁS UN PUNTO DE EMOCIÓN A LOS MANDOS GRACIAS A SU EXTRAORDINARIA CAPACIDAD DE ACELERACIÓN
ENLAZA LAS CURVAS CON FACILIDAD Y VA BIEN ASENTADO A VELOCIDADES ELEVADAS
límite, el bastidor tiene sus limitaciones y no es capaz de asimilar tan elevado rendimiento mecánico en fase de aceleración. Y es que los neumáticos de estos coches eléctricos están desarrollados para tener baja resistencia y poder aumentar la autonomía, y en un circuito pues se quedan en evidencia. Hay que dosificar muy bien la presión sobre el acelerador, ya que los 204 CV se desbocan con facilidad.
En las frenadas pasa algo parecido, pero más motivado por los neumáticos que por su equipo de frenos. El coche retiene muy bien, y en el día a día es fabuloso, pero en pista está claro que no puede lograr las distancias de frenado de un térmico con mucha goma. Evidentemente no es un coche para visitar el circuito, pero el Kona EV en su versión de 204 CV no solo pasa por ser uno de los mejores coches eléctricos de su categoría. Gracias a su notable autonomía y prestaciones, es también uno de los mejores coches eléctricos del mercado, lo cual es mucho decir.