ANIMALES FOREROS
La palabra original forum data de la antigua Roma, eran espacios fuera del “recinto ciudad” donde los habitantes se reunían a modo de enlace con el exterior, allí se compraba, se intercambian cosas y lo más importante, se discutían ideas. Con el paso del tiempo los foros se hicieron más importantes y se trasladaron al centro de las ciudades, emplazados en localizaciones estratégicas que mantenían una posición de libertad y escape para la vida social.
Internet trajo hace muchos años los foros de automoción. Los primeros que yo recuerdo eran de finales de los 90 como el IRc. Había salas donde se hablaba del automóvil, sin fotos y en inglés. La evolución fue rápida y en poco tiempo ya estábamos con foros nacionales y con pesados archivos fotográficos o enlaces de vídeos japoneses haciendo pruebas a un NSX.
Es como si sonara Winter de Vivaldi, sé fueron añadiendo con armonía gente de distintos lugares, todos con una misma cosa en la cabeza, los coches. Venían de todas partes de mundo y todos con sus experiencias: unos pilotaban coches de carreras, otros soñaban con pilotarlos; unos enseñaban su nuevo coche con orgullo, otros lo felicitaban enseñándole una foto del mismo modelo pero más antiguo.
La magia en aquellas magnificas primeras “quedadas” era conocer aquellos avatares que habías leído con gusto durante meses, y que muchas de las veces su cara no coincidía con su foto de perfil, incluso yo que utilizaba la de Notorious Big un ya querido amigo se asombró al ver que en realidad yo era más bien pálido. Qué magnificas sensaciones, como la de ver que no eras el único idiota que utilizaba tres jabones para limpiar la llanta.
Era un lugar donde se mezclaban estilos: unos creyéndose y autodenominándose “gentleman drivers”, que escribían sin coche y desde una habitación con pestillo para que no entraran sus padres, o algunos afortunados que lo hacían desde jardines con piscinas climatizadas mientras el servicio le servía un Gintonic. Era una mezcla perfecta para un buscador de historias como yo. Se rebasaban límites que rápidamente se cortaban por los creadores del foro o los denominados “staff”. Peleas que leíamos con entretenimiento y que en muchas ocasiones yo me encargaba de jadear como buen canalla, y que aún lo sigo haciendo.
Pero detrás de todo aquello quedaba el conocimiento, allí se aprendía, allí vi por primera vez y hace ya muchos años acabar de un plumazo con una noticia falsa. No eran bien recibidas las modernas fake-news, y aun no lo son, haciendo que la comunidad investigue sobre el tema desmontando con argumentos cualquier dato, consumos de coches irreales, neumáticos, modificaciones, seguros, viajes… Todo real y verificado.
Es aquí donde entran los sabios foreros, los respetados por todos y con unos conocimientos del mundo de la automoción superior al de muchas direcciones de marcas del sistema. Historiadores, mecánicos, fotógrafos, ingenieros debatían seriamente sobre un producto, tan profundamente que se descubrían verdades incomodas, allí no había iglesia, era una especia de estado salvaje pero controlado por el saber de los usuarios.
Y es allí donde nos conocimos muchos, algunos están y otros, pero incluso los que no están siguen apareciendo en citas recurrentes, el mundo del automóvil es tan sucio en ocasiones que necesitaba de un espacio limpio, sin impurezas y los mismos usuarios se encargaron de ello.
Y como explicaba al principio del texto, los foros (tan necesitados por nosotros mismos) pasaron de las afueras al centro de la ciudad, pero se mantuvieron y se mantienen puros, mis queridos animales foreros, los que saben que no hay iglesia en lo salvaje pero si verdad.
La magia en aquellas magnificas primeras “quedadas” era conocer aquellos avatares que habías leído con gusto durante meses, y que muchas de las veces su cara no coincidía con su foto de perfil