300 KM, 0.6 SEG
Así se puede resumir el último Rally de Croacia del Mundial. Después de 300 km y de varios cambios de líder en un rallye que debutaba en el WRC… la distancia entre el primero y el segundo fue de tan solo eso, 6 décimas, convirtiéndose en el tercer final más ajustado de la historia del Mundial de Rallyes. Ogier le ganó la batalla a Evans en los últimos metros del Power Stage, dejándonos para el recuerdo un final apasionante como pocos, lo que no deja de ser un fiel reflejo de lo que se ha convertido el Mundial en los últimos tiempos. La igualdad entre Toyota y Hyundai llega hasta tal punto que es difícil predecir quién es el favorito por la victoria. Vale, sí, el siete veces campeón Ogier es el actual líder, como es habitual, y ha ganado dos de tres; prácticamente lo mismo podríamos decir del otro gran campeonato de la FIA, la Fórmula 1, donde Hamilton lidera y manda en número de triunfos. Sin embargo, y en un contexto totalmente distinto, la sensación que te dejan ambos campeonatos es que se ha llegado a un un punto culmen de igualdad. En la F1, Red Bull y Verstappen están por fin en disposición de hacer frente a Mercedes; en el WRC, el panorama está más abierto, con cuatro pilotos peleando por los triunfos de manera habitual. Es lo que tiene luchar contra el crono y no codo con codo en una pista cerrada.
Ogier y Evans, con Toyota, y Neuville y Tänak, con Hyundai (recién renovados en las últimas semanas), son los protagonistas de un campeonato que, casualidades de la vida, como la F1, sufrirá un cambio de reglamento revolucionario para el 2022. En el caso del WRC, con la llegada de una nueva generación de vehículos híbridos, en los que ya están confirmados ambos equipos y Ford M-Sport. Una lástima que el equipo del óvalo no esté en disposición de luchar por los triunfos desde que Ogier abandonase el barco a finales de 2018, después de ser campeones dos años seguidos. Una pena también no ver a más fabricantes implicados en el campeonato, como Citroën; el nuevo reglamento híbrido debería invitar a más marcas a ser partícipes con los nuevos Rally1. Es un deseo y una probabilidad alta, pero de momento la temporada 2022 arrancará con los tres de siempre.
¿Con o sin Ogier? El francés quería dejar el WRC al término de la temporada 2020. Fue campeón, pero la temporada por la pandemia, con un calendario tan reducido, y el nuevo rumbo del equipo Toyota —ahora con su ex compañero Latvala al frente— le han convencido para seguir un año más. De ser campeón en 2021, serían ya ocho mundiales, a solo uno del récord de Loeb. ¿De verdad puede pensar Ogier en dejarlo teniendo tan cerca esta marca histórica? Ese tramo final en Croacia, con su Yaris WRC con un lateral prácticamente reventado por un accidente en el enlace, fue la demostración de que "Seb" está más en forma que nunca: mientras que sus rivales Neuville y Evans fallaron en el último tramo, Ogier, experto en saber cuándo darlo todo cuando lo necesita, sacó toda su clase para llevarse el triunfo por un suspiro.
El futuro del WRC, con o sin el francés, es más que prometedor: Kalle Rovanperä (Toyota) ya ha llegado a liderar el Mundial (el más joven de la historia en conseguirlo), a pesar de que en el primer tramo de Croacia dijo adiós al rallye Oliver Solberg, del que también ya hemos hablado alguna vez aquí en “Power Stage”, sorprendió en su debut con un Hyundai i20 Coupé WRC en el Ártico, acabando séptimo y demostrando, sobre todo, un gran desparpajo. El último en sorprender ha sido mi tocayo francés Fourmaux, debutante en Croacia con una más que digna quinta plaza, el mejor resultado para Ford M-Sport este año. Así, de primeras... está claro que en Francia saben crear talentos para los rallyes. Fourmaux tendrá una nueva oportunidad en Portugal, mientras que Solberg la tendrá en Cerdeña. En Portugal, precisamente, pondremos el ojo a dos españoles (aparte de Sordo) que irán con todas las ganas del mundo: Jan Solans, que lucha por ser campeón en el Súper campeonato en España con su Citroën C3 Rally2, y Pepe López, bicampeón en España en su nueva aventura mundialista con un Skoda Fabia Rally2 de Teo Martín y Race Seven.
El espectacular final que vivimos en Croacia que no deja de ser un fiel reflejo de lo que se ha convertido el Mundial en los últimos tiempos, con una gran igualdad