LAS COLINAS DE UMBRÍA QUE RODEAN PERUGIA SON EL ESCENARIO DEL SEGUNDO DÍA DEL RALLYE
En Italia siempre hay ofertas a las que no te puedes resistir, sobre todo cuando se trata de comida o coches. Como esta: la de correr el rallye Cento Ore con un Lamborghini Jarama. ¿Cento Ore? La primera vez que lo oigo. ¿Jarama? ¡Faltaría más! Recién celebrado su 50 aniversario, este Lamborghini de motor frontal era indispensable en el álbum de cromos de mi infancia, aunque en materia de potencia y cilindrada no estuviera entre los primeros puestos.
Después del ejemplar azul de mi álbum, el siguiente Jarama que se cruzó en mi camino salía estrepitoso de un patio en la Corneliusstraße del barrio de Bilk en Düsseldorf en algún momento a fines de la década de 1970. Aquí se encuentra el concesionario de Hubert Hahnes, por entonces importador de Lamborghini para Alemania y antes piloto e impulsor de la serie especial de BMW 2002 ti «Diana». Aquí hay material para muchas historias más. Otro día, porque hoy estoy en persona al volante de mi tercer Jarama. Nos esperan 1.000 km en Italia, con diez pruebas especiales y tres circuitos. Este ejemplar es azul como el de mi álbum, «Blu Tahiti» se llama. Fabricado en 1973, fue vendido por un concesionario milanés a un empresario de Catania. Cambió de manos un par de veces más, entre tanto lo pintaron de blanco y, finalmente, hacia el fin del milenio, acabó en el museo de fábrica cuando Audi compró Lamborghini.