ASALTO AL CASTILLO
COMO SI DE UN ASEDIO SE TRATASE, PÉREZ SABE AGUARDAR SU OPORTUNIDAD. NUNCA ESTUVO EN LOS PRONÓSTICOS, PERO UNA CARRERA CON TANTOS INCIDENTES COMO SUELE SER LA DE BAKÚ ES TERRITORIO IDEAL PARA PILOTOS QUE SABEN ESPERAR SU OPORTUNIDAD. EL MEXICANO GANÓ EN UN ESPRINT FINAL INCREÍBLE.
El Gran Premio de Azerbaiyán no solo es el más joven de todos, sino también el que aporta más emoción. Un circuito urbano pero de largas rectas y mucha anchura permite los adelantamientos, pero a su vez penaliza mucho los errores, por lo que todo puede suceder en Bakú. Todo comenzaba con unos entrenamientos libres donde Mercedes no ofrecía rendimiento alguno. Red Bull parecía el claro favorito, pero Ferrari quería entrar en la ecuación de la victoria. La Scuderia tenía ritmo a una vuelta pero no era competitiva en tandas largas. La Qualy fue de locos, con muchas banderas rojas por los accidentes de varios pilotos. Fruto de la última se benefició Charles Leclerc que hacía una pole contra pronóstico y salía, esta vez sí, en primera línea. Justo por delante de un Hamilton que había resucitado y parecía que quería reivindicar a su equipo, fuera de juego en todo el fin de semana. De hecho Bottas salía décimo y acabó duodécimo.
Pero un circuito donde es fácil adelantar presuponía que las posiciones se ajustarían poco a poco a lo largo de la carrera. Y así fue. Verstappen, el más competitivo durante todo el Gran Premio se colocó enseguida primero y controló la carrera. Incluso cuando el Safety Car volvió a juntar a todos a poco del final y obligó a tener que volver a sacar ventaja. Pero tenía un fiel escudero que le cubrió las espaldas perfectamente. Pérez estaba segundo controlando a Hamilton. Todo parecía que iba sobre ruedas (nunca mejor dicho) hasta que un neumático reventó. Concretamente el de Verstappen cuando iba primero. La estrategia decía que solo había que hacer una parada: de Blandos pasar a Duros. Pero este último compuesto demostró que era sensible a un determinado número de vueltas y acabó reventando. Ya había avisado con el stint muy largo de Stroll en la primera parte de la carrera donde también reventó su rueda trasera. El canadiense salió con duros y alargo su parada mucho, pero acabó con un reventón.
Verstappen sufrió en sus propias carnes ese mismo incidente cuando tenía la carrera ganada. Se detuvo y se realizó una resalida desde parado para realizar solo dos vueltas. Con Pérez y Hamilton en primera fila. Con el holandés fuera de los puntos, el británico parecía que se podía conformar con un buen puesto en el podium para superar a su rival por el campeonato. Pero una salida suicida y unos frenos que no le funcionaron, le obligaron a irse recto y perder toda opción de puntuar.
De esta manera se encontró la victoria Pérez, muy trabajada ya que no hay que olvidar que salía sexto. Aunque para remontadas la de Vettel, que demostró durante todo el fin de semana que tenía mucho ritmo y que, a pesar de salir décimo primero, lo hizo con la misma estrategia de los de delante, con blandos. Fue ganando posiciones hasta que, después de todos los incidentes, pudo terminar nada menos que segundo. Y para rematar las sorpresas, Gasly, también muy competitivo con su AlphaTauri, acabó tercero.
Los españoles también brillaron mucho. Alonso tiró de experiencia para terminar sexto después de que su Alpine no pareciera de los mejores. Y Sainz hubiera podido acabar muy arriba de no ser por una salida de pista con las ruedas frías después de parar en boxes. Aun así acabó octavo pero con serias aspiraciones a haber terminado por delante de su compañero de equipo Leclerc que terminó en una cuarta posición después de haber salido en pole.